Ni el coito anal ni el vaginal están contraindicados en caso de hemorroides pero se aconseja practicarlos con precaución para evitar el dolor y una agravación del problema.
Las hemorroides o almorranas internas son dilataciones de las venas y de las arterias que se localizan en el interior del canal del ano, que abarca desde el ano hasta el final del tubo digestivo. Es una patología muy frecuente ya que aproximadamente el 75 % de la población las padece.
Las relaciones sexuales con coito vaginal no representan ningún problema cuando se padece de hemorroides. Después de ser operadas unas hemorroides se pueden retomar las relaciones sexuales una vez hayan desaparecido las molestias de la operación. El período de abstinencia sólo dependerá, por tanto, de las propias molestias de la operación y se podrá retomar el coito vaginal cuando se estime conveniente.
Que el sexo anal causa hemorroides es uno de los mitos más extendidos. Sin embargo hay que tener en cuenta que el coito anal puede provocar un aumento de la la presión arterial en caso de que se realicen estas prácticas sexuales con nervios o tensión. En estos casos el coito anal puede irritar y empeorar las hemorroides internas.
Muchas personas tienen hemorroides internas pero no lo saben. Durante el coito anal, el pene o cualquier juguete sexual puede frotar, estrujar y golpear las hemorroides internas causando irritación, sangrado y dolor.
Es recomendable esperar a que las hemorroides estén completamente curadas antes de tener sexo anal. Si no se respeta esta indicación, es necesario que el sexo anal se practique de forma suave y con mucha precaución. La penetración no debe ser dolorosa para evitar que el problema de hemorroides empeore.
Para tener sexo anal es recomendable relajarse. El estrés y la tensión aumentan la presión en las venas del ano y esta hipertensión arterial causa las hemorroides.
Los juegos previos son una parte importante de la relajación antes de la penetración. Un masaje suave, especialmente alrededor del ano, es una buena técnica de relajación. Un largo baño caliente también puede ayudar a aliviar la tensión en todo el cuerpo.
El lubricante es indispensable cuando se practica sexo anal porque facilita la penetración ya que el recto no tiene lubricante natural. Se recomienda utilizar un lubricante a base de agua. Los lubricantes de aceite son buenos pero pueden dañar los condones y juguetes sexuales de silicona. Es importante lubricar todo el pene, así como alrededor y dentro del ano.
Prueba diferentes posiciones sexuales y diferentes ángulos de penetración para saber en qué posición te sientes más cómoda o cómodo. Si sientes dolor hay que parar la penetración.
Cuando la penetración anal es brusca o no se usa suficiente lubricante puede irritar las hemorroides y provocar fisuras anales.
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