El sangrado durante o después de las relaciones sexuales (coitorragia) es un problema frecuente que afecta a muchas mujeres. A menudo se debe a problemas banales y con una simple exploración ginecológica se pueden detectar y corregir. En otros casos puede deberse a problemas de mayor gravedad.
Las relaciones sexuales muy intensas pueden provocar lesiones a nivel de la mucosa de la vagina. Si no está lo suficientemente lubricada, el roce del pene puede hacerla sangrar.
Los problemas hormonales con cambios en los niveles en sangre de la hormona progesterona producen el desprendimiento del endometrio que recubre el útero. Este desprendimiento puede acompañarse de un ligero sangrado llamado spotting de ovulación.
Son cambios de las células epiteliales que recubren el cuello del útero. Son lesiones que se consideran precancerosas. Habitualmente el tratamiento de la displasia es la criocirugía. El riesgo de padecer displasia aumenta en mujeres que tienen múltiples parejas sexuales o comienzan a tener relaciones sexuales antes de los 18 años. Otros factores que incrementan el riesgo son: parir antes de los 16 años y haber padecido una ETS (enfermedad de transmisión sexual).
Es una infección vaginal o ETS que generalmente se transmite a través de la actividad sexual o contacto con el semen, fluidos vaginales o sangre.
Enfermedad de transmisión sexual que está causada por una bacteria. Debe ser tratada con fármacos.
Se trata de una inflamación o hinchazón e infección de la vagina o del cuello del útero. El tratamiento depende de la causa que lo provoca.
Cáncer cérvicouterino: se trata de pólipos lisos, rojos o morados que crecen fuera de la capa del cuello del útero o del canal cervical. Los pólipos del cuello de útero son muy frágiles y no suelen causar dolor.
Es una ETS causada por un protozoo. Puede causar vaginitis y ser transmitida a los recién nacidos durante el parto vaginal por madres infectadas. Su transmisión también es posible por el agua del grifo, baños calientes, orina, en los asientos de tocador y en piscinas.
Es un sobrecrecimiento de los hongos que normalmente habitan en la zona vaginal. Los síntomas más frecuentes son picor, quemazón y flujo de color blanco, como el queso.
Inflamación del endometrio que es la capa más interna del útero. Está relacionada con la endometriosis.
Son pólipos que aparecen en el útero. Raramente se malignizan. Las mujeres con pólipos uterinos con frecuencia suelen tener sangrados entre periodos (metrorragias), sangrados vaginales después de sexo y después de la menopausia.
Son masas sólidas de tejido fibroso. Raramente son malignos. Cada vez que una mujer experimente sangrado en forma de hemorragia vaginal después del sexo debe consultar con su médico.
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