La plata coloidal es un producto empleado como antibiótico desde la antigüedad. Tiene propiedades antisépticas, antifúngicas y antimicrobianas pero su uso no está exento de efectos secundarios.
La plata coloidal es una sustancia coloide constituida por pequeñas partículas llamadas nanopartículas de plata de alta pureza.
Las partículas de plata miden de 0,01 a 0,001 micras de diámetro con una carga eléctrica de entre 5nm a 100nm. Estas partículas se encuentran en suspensión en agua destilada. La plata se utiliza principalmente en este estado coloidal.
Con cantidades mínimas de plata se puede fabricar plata coloidal.
La plata coloidal tiene múltiples propiedades antiinfecciosas, es decir, actúa contra las bacterias y los virus.
La plata se ha utilizado como desinfectante desde la antigüedad y los médicos que tratan con medicina alternativa la utilizan con frecuencia como antibiótico natural ya que consideran que estas pequeñas partículas de plata son capaces de destruir microbios (incluso los más resistentes a los antibióticos).
Asimismo, a diferencia de los antibióticos, la plata coloidal no afecta a la flora intestinal habitual, un efecto que sí producen los antibióticos convencionales.
Además de su potente acción antiinfecciosa, la plata coloidal también destruye células tumorales y favorece el crecimiento del hueso y la curación de heridas, incluso en pacientes con quemaduras importantes.
La plata coloidal se emplea como antiséptico dental. En este sentido, se aconseja añadir seis gotas de plata coloidal en el cepillo de dientes después de las comidas, enjuagarse con ella o hacer gárgaras. Es muy eficaz contra la bacteria Clostridium que coloniza las endodoncias.
La plata coloidal se ingiere, se aplica sobre la piel y también se inhala.
La plata coloidal generalmente se toma en ayunas o fuera de las comidas, a menos que deba actuar en el tubo digestivo, en cuyo caso se tomará durante la comida para favorecer la digestión.
La plata coloidal también puede ser absorbida de forma rápida por vía sublingual manteniéndola durante unos minutos en la boca.
Se aconseja hacer gárgaras con plata coloidal para tratar las anginas y efectuar enjuagues bucales para curar las llagas de la boca u otras lesiones de la mucosa de la boca o de la lengua.
La plata coloidal también se puede inhalar. Gracias a su pequeñísimo tamaño, estas pequeñas gotitas son capaces de alcanzar las alvéolos pulmonares para tratar las infecciones pulmonares.
Cuando se aplica en la piel, la plata coloidal tiene una acción antiinflamatoria e inmunosupresora. Puede utilizarse en el tratamiento de quemaduras. También en la curación de dermatitis provocadas por el contacto con sustancias venenosas como por ejemplo la savia de ciertas plantas o el veneno de ciertos insectos (avispas, arañas, hormigas).
Asimismo, la plata coloidal se utiliza como apósito con una acción antiséptica contra las infecciones. También favorece la cicatrización de quemaduras, arañazos o cortes. Los apósitos pueden aplicarse húmedos.
El interés radica, fundamentalmente, en sus propiedades antiinfecciosas, antisépticas, antifúngicas y antimicrobianas.
La plata coloidal alivia la inflamación y ayuda a tratar los problemas de piel como las ulceraciones o las quemaduras favoreciendo la regeneración de los tejidos y la cicatrización.
Y no solo eso, la plata coloidal también favorece la oxigenación de las células y fortalece el sistema inmunológico.
Los partidarios del uso de plata coloidal subrayan sus propiedades antiinfecciosas y antimicrobianas. También insisten en su poder para regenerar tejidos y potenciar la cicatrización.
Durante unos años y con la llegada de los antibióticos, esta sustancia dejó de utilizarse pero a partir de los años 90 volvió a ser comercializada como un superantibiótico, capaz de eliminar más de 650 gérmenes de forma rápida. Incluso se discutió su uso como posible tratamiento para la diabetes, el cáncer o el SIDA.
La plata coloidal ha demostrado ser beneficiosa para la piel, de modo que se aconseja aplicarla localmente para tratar los granitos de la cara, el acné u otras manchas cutáneas.
La toxicidad de la plata coloidal en los humanos es prácticamente nula si se respeta la dosis máxima de dos cucharadas pequeñas cada día ya que contiene menos plata que el límite fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, la plata se elimina a través de la orina.
Los vendedores de este producto por Internet insisten en que se trata de una sustancia inocua.
No obstante, se han publicado estudios que demostrarían que la plata coloidal tiene influencia sobre los receptores de estrógenos en la mujer y pueden provocar que se hagan mas sensibles a sus efectos secundarios.
También se han reportado efectos negativos de este producto en algunas enfermedades autoinmunitarias como el lupus, la Enfermedad de Crohn o la artritis reumatoide.
Asimismo, el consumo de plata coloidal puede interactuar con ciertos antibióticos o con la hormona tiroidea tiroxina.
Se ha descrito que la ingesta excesiva por accidente de este producto puede provocar la aparición de una enfermedad denominada argiria que produce una coloración azul grisácea de la piel debido a la acumulación de plata en las células cutáneas.
La plata coloidal no debe tomarse durante periodos prolongados de tiempo ni administrarse a niños o a mujeres embarazadas. Tampoco está indicada como tratamiento complementario en casos de cáncer o enfermedad renal aguda. En cualquier caso, siempre se debe preguntar a un especialista antes de tomarla.
La plata coloidal se vende en herbolarios y también puede adquirirse a través de internet.
El precio de un frasco de 50 ml de 120 ppm es de 18,40 euros. El frasco de 118 ml de 30 ppm cuesta 29,15 euros.
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