La radiofrecuencia es un tipo de tratamiento estético que aumenta la temperatura de la piel y del músculo, combatiendo así la flacidez y otros problemas de la piel, el rostro y el cuerpo.
La radiofrecuencia está recomendada para combatir la flacidez del rostro o del cuerpo, para eliminar arrugas, líneas de expresión, celulitis y grasa acumulada. Dado que emplea altas temperaturas, el equipamiento de radiofrecuencia aumenta la producción de colágeno y elastina, dando más firmeza a la piel y rompiendo células de grasa en casos específicos.
La radiofrecuencia funciona así: el paciente se tumba sobre una camilla y el terapeuta le aplica un gel sobre el área que va a ser tratada. Después, el equipamiento de radiofrecuencia es utilizado realizando movimientos circulares sobre el área en cuestión.
En el caso de la radiofrecuencia fraccionada, recomendada para las arrugas y marcas de expresión faciales, este equipamiento emite pequeños rayos láser en áreas específicas del rostro. En esta situación, la temperatura del aparato puede alcanzar los 100ºC, por tanto debe prestarse especial atención para que la piel no alcance los 41ºC.
El principal riesgo de la radiofrecuencia es la posible aparición de quemaduras en la piel, debido a un uso incorrecto del equipamiento. Por eso es esencial someterse a este procedimiento de la mano de profesionales habilitados y entrenados, capaces de observar de forma constante la temperatura local para evitar que sobrepase los 41ºC.
Os riscos da radiofrequência são queimaduras na pele devido ao mau uso do equipamento. Por isso, é essencial fazer esse procedimento com profissionais habilitados e treinados, que observem constantemente se a temperatura do local não ultrapassa os 41ºC.
Uno de los tratamientos de radiofrecuencia más de moda, el Vanquish, tiene un coste aproximado de 200 dólares por sesión, dependiendo del país y la clínica. Las sesiones aplicadas al rostro específicamente pueden encontrarse a partir de 40 dólares cada una. Para obtener resultados visibles y satisfactorios son necesarias varias sesiones, independientemente de la clínica en la que se realice el procedimiento. Por lo general, se recomienda realizar al menos tres sesiones, aunque los casos más graves pueden exigir cinco e incluso más sesiones.
La radiofrecuencia está contraindicada para mujeres gestantes, personas que estén siendo sometidas a tratamientos de quimioterapia, que padezcan dolencias relacionadas con el colágeno, que porten marcapasos o prótesis metálicas en la zona que quieran someter al tratamiento, que tengan hipertensión arterial y, por último, las personas con diabetes.
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