La última fase del parto, la expulsión, corresponde al periodo comprendido entre la dilatación completa del cuello uterino y la salida de la cabeza del bebé. Puede prolongarse aproximadamente 20 a 30 minutos o incluso durante una hora más, especialmente en las mujeres que dan a luz por primera vez.
Las contracciones son cada vez más irregulares y ligeras. Durante cada empujón, las contracciones se aproximan, se intensifican y se generalizan a todo el útero. Cada empujón alivia los dolores, sin necesidad de anestesia epidural.
Poner en práctica los consejos utilizados durante las sesiones de preparación al parto. La mamá debe intentar aplicar los consejos de preparación al parto.
La mamá debe escuchar atentamente al médico o a la partera, empujar con todas sus fuerzas cada contracción y bloquear su respiración concentrándose en su útero. Por lo general, "inspirar, bloquear y empujar" son las actitudes recomendadas. El médico o la partera permite prolongar el esfuerzo, parar y luego volver a empezar.
Estos ejercicios se practican en cada contracción y vueltas a hacer en las siguientes contracciones hasta que la cabeza del bebé esté lo suficientemente afuera.
Los esfuerzos al empujar permiten al bebé atravesar la parte situada entre el perineo y la vagina, comprendida entre el ano y el orifico de la vagina. Los esfuerzos al empujar deben ser detenidos para que el bebé salga lo más lentamente posible.
Cuando la cabeza está afuera, las contracciones son suficientes para facilitar la salida de los hombros y del resto del cuerpo. El médico o la partera extraen la cabeza del niño que aparece en primer lugar, luego aparece progresivamente los hombros y el resto del cuerpo del niño.