- Un niño rebelde es aquel que opone resistencia y que no obedece como se espera que lo haga.
- Los padres de hijos difíciles se preocupan, se angustian y se desesperan porque sienten que la situación se les escapa de las manos: lo que deben hacer es calmarse y reflexionar sobre las posibles causas de esta rebeldía.
- La disciplina, aplicada con amor y consistencia, ayuda a formar el carácter de los hijos.
La educación, en casa
- A muchos padres les duele y les cuesta admitir que una parte importante de la culpa es suya.
- No se deben buscar otros responsables en la televisión, los amigos o la escuela: la conducta de los hijos es producto de la educación en casa.
- Aunque tenga la mejor escuela y todas las cosas que pida, un hijo puede estar insatisfecho por dentro y almacenar dentro de sí inseguridad, miedos, desconfianza y otros problemas que van a provocar sus actitudes violentas, adicciones y otras conductas peligrosas.
- A un hijo no hay que tenerle miedo: no hay que temer a tu propio hijo, hay que acercarse con apertura y tranquilidad para darle una mano.
- Es importante no dejar pasar el tiempo: hay que actuar ya.
- Para que tus consejos no caigan en saco roto hay que actuar con responsabilidad y consecuencia: hay que pregonar con el ejemplo.
¿Has vivido alguna de estas situaciones?
- Si la respuesta es afirmativa seguramente eres uno mas de esos padres preocupados con un hijo rebelde:
- Tu hijo parece hacer "oídos sordos" cuando le dices que haga o deje de hacer algo.
- Experimentas incomodidad cuando tu niño hace un tremendo escándalo en casa de algún amigo o familiar por el simple hecho de que no concedes todos sus deseos.
- Te averguenzas cuando tu hijo se tira al suelo, grita y hace exactamente lo contrario a lo que le dicen.
- Tu hijo, que ahora es un adolescente, te reta, grita enfurecido o hasta pareciera dispuesto a levantar la mano contra ti.
Se coherente con su disciplina
- La rebeldía nace cuando no se disciplina consistentemente a un hijo.
- Esto significa que algunas veces lo disciplinas y otras veces no (dependiendo de si estas o no de humor).
- Esto es muy dañino para su carácter: es importante establecer reglas en casa y cumplirlas siempre.
Esto ayudará a que tu hijo se sienta más seguro
Nunca hay que reirse de sus "maldades"
- Reírse o no darle importancia cuando hace cosas indebidas es un grave error.
- Si te ríes el mensaje que le transmites es que lo que hace esta bien y su inclinación será volver a repetirlo.
- El niño que pega, grita, arrebata o hace groserías jamás debe recibir aprobación de tu parte o de los que le rodean: al contrario, el debe saber que lo que hace no está bien.
No permitir faltas de respeto hacia sus hermanos
- El respeto se aprende en casa.
- Las faltas de respeto hacia sus hermanos y/o hermanas debe ser disciplinadas con firmeza.
- El niño que no respeta a las personas de su familia tampoco respetará a los de afuera ya sean amigos, vecinos, compañeros de escuela o compañeros de trabajo.
Nunca debes tolerar que te levante la voz
- Los padres deben representar la autoridad: si tu hijo rebelde aprende que puede gritarte o hasta levantarte la mano, lo hará por el resto de su vida y cuando crezca puede, incluso, llegar a ser un peligro para tí.
- Si reacciona de forma grosera con su madre o su padre debe ser disciplinado inmediatamente.
- Hay que enseñarles lo que es el respeto hacia sus padres y hacia todas las demás personas que lo rodean.
Demostrarles un amor incondicional
- Los hijos deben saber y escuchar que les quieres de forma incondicional.
- Tu amor hacia ellos no debe depender de sus notas en el colegio, ni de su capacidad de hacer o no hacer algo.
- Ellos deben estar seguros de tu amor y que aún la disciplina es una forma de amarles.
- Si tu hijo falla en la escuela, enseñale, refuerzale, trabaja con sus capacidades intelectuales, pero el amor debe ser siempre incondicional.
No hacer comparaciones
- No se debe compararlo con nadie: tu hijo debe saber que es único, especial y amado por quien es *Hay que evitar las comparaciones con otros niños, y más aún con sus propios hermanos.
- Compararles o hacerles sentir inferiores a otros les hace daño y puede crear resentimientos que les lleve a la rebeldía.
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