En caso de sospecha de tener gripe A, debes consultar lo antes posible con tu médico de cabecera.
La aparición repentina de un problema respiratorio (tos, dificultad para respirar) junto con un síndrome viral (fiebre, cansancio, malestar, dolores de cabeza) pueden indicar la aparición de la gripe A.
Los síntomas de la influenza incluyen fiebre de 38ºC o más, tos y dolor de cabeza, además el paciente puede presentar congestión nasal, dolor de articulaciones, decaimiento, dolor de pecho o diarrea, entre otros signos.
El contagio es posible incluso sin haber viajado a una zona de riesgo, solo es necesario haber estado en contacto con una persona contagiada de gripe A.
Si una persona presenta síntomas debe acudir a un centro de salud para que le realicen un diagnóstico clínico.
Solo el médico debe prescribir los medicamentos antivirales y el tratamiento a seguir. Es importante no automedicarse. La prescripción de antivirales no es sistemática, ya que depende de la intensidad de los síntomas. El médico también prescribe mascarillas protectoras, que se pueden comprar en cualquier farmacia.
El enfermo debe permanecer en su domicilio. Pero los casos más graves y los niños de menos de un año de edad son enviados para ser tratados y evitar el contagio a los centros de urgencia y hospitales.
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