La autoestima es la opinión que toda persona tiene sobre si misma: su forma de ser, sus logros en la vida, su capacidad para enfrentar situaciones adversas y la aceptación de su físico.
Es determinante para establecer relaciones humanas, lazos de comunicación con los demás, alcanzar metas y vivir plenamente.
La autoestima nos indica el sentimiento de satisfacción que tenemos hacia nosotros mismos.
La autoestima se aprende, cambia y la podemos mejorar.
Es a partir de los 5-6 años cuando empezamos a formarnos un concepto de cómo nos ven nuestros mayores (padres, maestros), compañeros, amigos, etcétera y las experiencias que vamos adquiriendo.
Algunas preguntas que podemos hacernos para evaluar nuestra autoestima
Mi actitud hacia mi misma es positiva.
Creo que soy una persona digna de aprecio, al menos en la misma medida que los demás.
Siento que la única forma de sentirme aceptada es hacer lo que los demás quieren.
Soy alegre.
Puedo hacer cosas tan bien como la mayoría de la gente.
Me siento verdaderamente inútil.
Me inclino a pensar que soy un fracaso.
Puedo hablar abiertamente de mis sentimientos.
Creo que tengo pocos motivos para sentirme orgullosa de mí.
Me siento incómoda cuando estoy entre gente que no conozco.
Acepto los retos y las nuevas experiencias sin pensarlo.
Me siento contenta con mi fisico y mi estatura.
Me alegro cuando otros fracasan en su intento por conseguir algo.
Desearía valorarme más.
En general me siento satisfecha de mi misma.
A estas preguntas hemos de contestar con una de las siguientes respuestas:
siempre.
casi siempre.
algunas veces.
nunca.
Actitudes o posturas habituales que indican Autoestima Baja
Autocrítica dura y excesiva que mantienen a la persona en un estado de insatisfacción más o menos permanente consigo misma.
Hipersensibilidad a la crítica, se siente exageradamente atacada/o, herida/o.
Hecha la culpa de los fracasos a los demás o a la situación; siente resentimiento contra las personas que lo critican.
Es muy indeciso no por falta de información, sino por miedo exagerado a equivocarse.
Deseo innecesario por complacer a los demás, no se atreve a decir NO por miedo a desagradar.
Perfeccionismo, autoexigencia esclavizadora de hacer "perfectamente" todo lo que intenta, que conduce a un desmoronamiento interior cuando las cosas no salen con la perfección exigida.
Sentimientos de culpabilidad excesivos, se autoacusa y se condena por conductas que no siempre son objetivamente malas.
Exagera la magnitud de sus errores y/o los lamenta indefinidamente, sin llegar nunca a perdonarse por completo.
Hostilidad flotante, irritabilidad a flor de piel, siempre a punto de estallar aún por cosas de poca importancia.
Todo le sienta mal, todo le disgusta, todo le decepciona, nada le satisface.
Tendencias defensivas, es negativo, todo lo ve negro: su vida, su futuro y, sobre todo, su sí mismo.
Inapetencia generalizada del gozo de vivir y de la vida misma.
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