Las articulaciones que crujen y hacen ruido sucede a menudo y la mayoría de las veces son inocuas.
Los crujidos de los dedos son provocados cuando se comprime sus falanges o cuando estira las vértebras. El crujido es la consecuencia de una separación violenta de las superficies articulares.
Los crujidos voluntarios también pueden realizarse en las rodillas.
La aparición de dolores o de una inflamación puede indicar patologías que necesitan consultarse con un médico.
Se desaconseja hacer "crujir los dedos" regularmente y demasiado a menudo, porque esta actitud puede provocar una distensión de los ligamentos y debilitar la articulación.
Las personas que hacen crujir sus articulaciones son a menudo muy nerviosas y se les recomienda intentar calmarse por otros medios.