El síntoma más característico de la infección por el virus del herpes simple es la aparición de ampollas en los genitales masculinos externos como en los femeninos.
El es una infección sexualmente transmisible provocada por el virus del herpes simple o simplex (VHS).
La transmisión del virus del herpes simple se efectúa a través de las relaciones sexuales vaginales, anales u orales y afecta al 20 % de los adultos.
El virus puede transmitirse aunque la persona infectada no presente ningún síntoma del herpes. En efecto, muchas personas infectadas por el virus del herpes simple no saben que son portadoras del virus porque no presentan ningún síntoma.
Los pacientes infectados con el virus del herpes simple experimentan picazón (picor) en la zona de los genitales que suele ir acompañado de la aparición de vesículas (ampollas) que revientan posteriormente. Además, el brote de la infección puede provocar fuertes dolores.
El primer brote de herpes, a menudo, va precedido de síntomas similares a los provocados por un síndrome gripal, es decir, fiebre, cansancio, dolores de cabeza, dolores musculares y dificultades para orinar.
En la mujer, el herpes genital se manifiesta por la aparición de ampollas (vesículas) en la vagina, en el cuello del útero, en la vulva y también cerca del ano. Estas lesiones también pueden aparecer en los muslos o en las nalgas y suelen ir acompañadas de ganglios en la zona de la ingle.
En el hombre el herpes genital se manifiesta en forma de vesículas (ampollas) tanto en el pene como alrededor de los testículos, en la zona del ano, en los muslos y en las nalgas. También pueden aparecer ganglios en la zona de la ingle.
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