El virus simple del herpes es un virus del que se conocen dos tipos: el tipo 1 o HSV-1, es muy común y por lo general se corresponde con el herpes oral, mientras que el herpes tipo 2 o HSV-2 es más bien de ubicación genital. Este virus se localiza frecuentemente en el cuello del útero, la vulva, la uretra, el pene, el ano y la boca. Por eso, su transmisión es interhumana, por contacto entre dos membranas mucosas o la piel y la mucosa. Una vez fuera del cuerpo, el virus es muy frágil. Después de la infección inicial, el virus permanece latente en el cuerpo y, ocasionalmente, puede reaparecer después de una infección, estrés o reaparecer bajo otras formas.
La primera infección con herpes simple tipo 1 a menudo pasa desapercibida. Comúnmente afecta al niño y a veces se manifiesta de la siguiente manera:
Posteriormente, el virus está latente en el cuerpo y puede reaparecer en diferentes formas:
El herpes no es grave en personas sanas, pero puede ser más grave en los pacientes inmunodeprimidos o en los recién nacidos por transmisión materna con manifestaciones neurológicas o generalizadas.
El diagnóstico de virus herpes simple tipo 1 es generalmente clínico. En algunos casos, se podrá recurrir a un cultivo de una muestra, a un estudio serológico o a una PCR (sobre muestras de sangre).
Ningún tratamiento médico permite eliminar de manera definitiva el virus herpes simple tipo 1 del cuerpo. Existen unos tratamientos que reducen los síntomas y alivian los dolores en el marco de la primera infección como el Aciclovir. En las recidivas en un sujeto sano, no se recomienda ningún tratamiento, las lesiones desaparecen espontáneamente.
Para prevenir el herpes simple tipo 1, hay que evitar el contacto cercano con personas durante la infección.