Los granitos, espinillas, verrugas y forúnculos aparecen en la vulva debido a múltiples causas. Para evitarlos, se recomienda mantener una buena higiene íntima y emplear siempre métodos anticonceptivos que protejan de las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Los granos, espinillas o erupciones vaginales aparecen en los labios mayores o menores de la vulva, en el orificio o en el interior de la vagina. En general, se trata de lesiones cutáneas sin importancia pero también pueden ser síntoma de algún problema de salud más grave.
Las causas y las consecuencias son muy diversas. Puede tratarse de una simple espinilla o un pelo encarnado como consecuencia de una depilación íntima o bien ser un síntoma de una infección o una enfermedad de transmisión sexual.
Por tanto, si la lesión cutánea dura más de cuatro o cinco días, se debe consultar a un médico o a un ginecólogo, dermatólogo u otros especialistas médicos para que estudien y determinen la causa de la lesión.
El folículo piloso o poro infectado parece una espinilla pero a diferencia de esta última, enrojece y se inflama dando lugar a un forúnculo. Puesto que la piel genital tiene unas características peculiares diferentes a la piel de otras zonas del cuerpo (elasticidad, humedad, etc.), la lesión puede acompañarse de un dolor intenso al contacto o ser totalmente indolora.
En los casos más severos, el forúnculo se llena de pus y cuando se elimina la espinilla queda una zona inflamada o un bulto.
Algunas enfermedades venéreas o infecciones presentan síntomas similares y deben ser tratadas inmediatamente, de lo contrario podrían dejar secuelas graves como esterilidad, enquistamientos, etc.
Así, algunas enfermedades de transmisión sexual (ETS) como el virus del papiloma humano (VPH) provocan verrugas genitales denominados condilomas, por lo que se recomienda efectuar un examen para descartar una infección causada por este virus.
Las infecciones por moluscos, hongos o bacterias, principios de quistes o fístulas también pueden provocar granos y otras lesiones en los órganos genitales externos.
Tanto en la vagina como en la vulva no debe haber lesiones tales como manchas, erupciones, granos infectados, verrugas, llagas, decoloraciones, supuraciones, postillas o inflamación. Si se observa alguna lesión, se debe acudir inmediatamente a un médico, preferentemente a un ginecólogo.
Para evitar la aparición de granitos, espinillas y forúnculos, es esencial mantener una buena higiene íntima de la vulva y la vagina. Se recomienda lavar bien la zona con jabón de glicerina o jabón común y abundante agua para mantener la piel de la vulva limpia, hidratada y protegida.
El tratamiento de las lesiones cutáneas en los órganos genitales externos de la mujer dependerá de la causa que lo ha provocado. Algunas de estas enfermedades se curan con óvulos, medicamentos orales o tópicos y otros tratamientos médicos y farmacológicos simples.
En cambio, los condilomas, quistes o fístulas necesitan cirugía.
Las verrugas genitales o condilomas por VPH se han extendido mucho entre la población de los países desarrollados debido, entre otros motivos, a la promiscuidad. Los tratamientos más utilizados para eliminarlos son la crioterapia, la cauterización eléctrica, la terapia por láser o la escisión quirúrgica. También pueden ser de utilidad las aplicaciones locales de ácido tricloroacético y podofilino.
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