La contracepción hormonal estroprogestínica, mediante el uso de un parche o un anillo vaginal, se recomienda a todas aquellas mujeres que necesitan un método anticonceptivo.
El parche anticonceptivo es un método de contracepción estroprogestínica. Se ha convertido en una buena alternativa a la pastilla anticonceptiva, sobre todo para aquellas mujeres que tienden a olvidar fácilmente el horario de consumo del medicamento. Además, el parche es tan eficaz como la píldora anticonceptiva, siempre y cuando se sigan bien las instrucciones de uso.
Al igual que la píldora, el parche debe ser prescrito por un médico y vendido solo con receta médica.
El parche anticonceptivo es un método hormonal y contiene los mismos derivados de progesterona y de estrógenos que se encuentran en diversas píldoras anticonceptivas. Estas hormonas son liberadas por el parche y absorbidas a través de la piel.
Cuando se coloca el parche por primera vez a la semana de llevarlo ya se puede confiar en su efecto anticonceptivo.
El tratamiento se comienza el primer día de ciclo (primer día de sangrado) y se continua colocando un parche cada semana durante 3 semanas y descansando la cuarta. Durante esta semana sin parche aparecerá la menstruación. Después se debe continuar colocando un nuevo parche, independientemente de cuando comience el sangrado e independientemente de cuando termine.
Es más fácil recordar que hay que cambiar el parche cada semana que tomarse una píldora cada día, por tanto, el parche es más fácil de usar que la píldora. Además, el hecho de no tener que ponerse un parche cada día disminuye el riesgo de olvido y de fracaso del método anticonceptivo.
El parche se lleva puesto de forma continua y se cambia cada semana. Puedes colocarlo en el vientre, glúteos, espalda o en la parte superior de los brazos. Cuando lo lleves puesto podrás ducharte, bañarte, ir a la piscina o hacer deporte sin ningún problema.
Al igual que la píldora, el parche anticonceptivo no protege contra las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Los riesgos cardiovasculares que conlleva el uso del parche anticonceptivo son idénticos a los de la píldora, especialmente el riesgo de trombosis venosa.
El uso del parche anticonceptivo puede provocar erupciones cutáneas en el lugar donde ha sido colocado, por eso deberías cambiarlo de lugar cada semana.
El resto de efectos secundarios son idénticos a los de la píldora: hipersensibilidad mamaria, dolor de cabeza, náuseas, etc.
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