Este artículo ofrece información precisa sobre las indicaciones y las contraindicaciones, la eficacia, los principales efectos adversos y las modalidades de seguimiento de los dispositivos de anticoncepción hormonal e intrauterina.
La elección de un método anticonceptivo adaptado debe tener en cuenta la situación clínica y personal de la paciente, sus preferencias, las contraindicaciones del anticonceptivo y el grado de tolerancia de la persona.
En primer lugar, conviene saber que salvo el preservativo, ningún método anticonceptivo descrito en este artículo protege de las enfermedades de transmisión sexual.
Segundo, el riesgo de trombosis venosa se duplica cuando se utilizan anticonceptivos orales de tercera generación, a diferencia de los anticonceptivos orales de primera y segunda generación, que contienen menos de 50 µg de etinilestradiol.
No obstante, el riesgo tromboembólico venoso no justifica, en ningún caso, la interrupción brutal del uso de un anticonceptivo oral de tercera generación. Para más información sobre el riesgo de trombosis asociado al consumo de píldoras de tercera y cuarta generación, clica aquí.
El riesgo de trombosis vinculado al uso de métodos anticonceptivos orales estroprogestativos que contienen drospirenona, como el dispositivo transdérmico y el anillo vaginal, es el mismo que el de los anticonceptivos orales de tercera generación.
Para más información, consulta el artículo sobre píldoras de distintas generaciones y los riesgos para la salud que conlleva su consumo.
El índice de Pearl permite calcular la eficacia de un método anticonceptivo. En concreto, el índice de Pearl indica el porcentaje de embarazos accidentales en un año vinculados al uso de un determinado método anticonceptivo.
Cuando se desea utilizar, por primera vez, un método contraceptivo hormonal oral o alguna contracepción oral para mujeres con acné ligero a moderado, los médicos aconsejan escoger anticonceptivos orales de primera o segunda generación ya que contienen menos de 50 µg de etinilestradiol.
Para más información sobre las pastillas anticonceptivas de segunda generación, lee este artículo.
No obstante, si necesitas información concreta sobre las píldoras Leeloo y Minidril, consulta esta ficha.
Para obtener una lista sobre las distintas marcas de píldoras de tercera y cuarta generación clica en este enlace y si deseas saber cómo tomar las píldoras Zoely, Yasminelle y Yaz, consulta este enlace.
En cambio, este artículo proporciona detalles sobre la píldora Yasmin.
El índice de Pearl correspondiente a las píldoras anticonceptivas hormonales se sitúa entre 0 % y 0,7 % en los ensayos clínicos. Es decir, el porcentaje de embarazos accidentales vinculados al uso de estos métodos se sitúa entre 0 % y 0,7 %.
El uso de la pastilla anticonceptiva está contraindicado si se padece o existen antecedentes personales o familiares de trombosis venosa y trombosis arterial o si la paciente padece algún factor de riesgo severo o varios factores de riesgo de trombosis venosa o arterial.
Los anticonceptivos orales estroprogestativos incrementan el riesgo de padecer un episodio tromboembólico venoso, flebitis, embolia pulmonar y arterial, infarto de miocardio y accidente vascular cerebral isquémico.
Antes de prescribir el uso de este método anticonceptivo, el médico identificará los factores de riesgo de trombosis de la paciente, tanto los personales (consumo de tabaco, anomalías de la coagulación) como los familiares.
Es necesario informar a las usuarias de anticonceptivos orales estroprogestativos sobre los posibles indicios de trombosis venosa o arterial.
Asimismo, se aconseja a la paciente realizar análisis biológicos sobre colesterol, triglicéridos y nivel de glucemia en ayunas cada 5 años, si los resultados de los exámenes son normales.
También es muy importante detener el tratamiento si existe un aumento significativo de la presión arterial, se dan antecedentes de hipertensión arterial y aparecen migrañas o se vuelven más fuertes.
El parche anticonceptivo es un anticonceptivo hormonal estroprogestativo transdérmico que debe permanecer colocado sobre la piel durante tres semanas sucesivas seguidas de una semana sin parche.
Según el indice de Pearl, la tasa de embarazos accidentales vinculados al uso del parche anticonceptivo se sitúa entre 0,72 % y 0,90 %.
El uso del parche anticonceptivo está indicado en mujeres en edad de concebir, entre 18 y 45 años.
Sin embargo, se recomienda privilegiar los anticonceptivos orales combinados de primera y segunda generación que contienen levonorgestrel porque el riesgo de padecer una enfermedad tromboembólica debido al uso del parche es similar a los anticonceptivos orales combinados de tercera y cuarta generación.
Por el contrario, el uso del parche anticonceptivo está contraindicado en caso de experimentar hipersensibilidad a las sustancias activas o a uno de los excipientes y si se padece o existen antecedentes de trombosis venosa (con o sin embolia pulmonar) o trombosis arterial.
Los efectos secundarios son similares a los efectos vinculados al consumo de anticonceptivos orales estroprogestativos.
Antes de prescribir el parche, el médico deberá identificar los factores de riesgo (trombosis), informar a la paciente sobre el riesgo de trombosis y alertarla sobre los signos clínicos evocadores, así como efectuar un seguimiento clínico con el fin de vigilar la tolerancia al tratamiento, particularmente durante el primer año.
El anillo vaginal estroprogestativo es un anticonceptivo hormonal estroprogestativo vaginal que debe insertarse en la vagina durante tres semanas consecutivas (sin interrupción). Cuando finalice la tercera semana hay que extraerlo y permanecer una semana sin anillo.
Además, será necesario explicar a la paciente las modalidades de colocación y de extracción del anillo.
De acuerdo al índice de Pearl, la tasa de embarazos accidentales vinculados al uso del anillo vaginal se sitúa entre 0,64 % y 0,96 %.
El anillo vaginal está destinado a las mujeres en edad de procrear, entre 18 y 40 años.
El uso del método anticonceptivo hormonal estroprogestativo vaginal está contraindicado si se padece o existen antecedentes o factores de riesgo de trombosis venosa o arterial.
También se desaconseja su uso a mujeres con antecedentes de migraña, con síntomas neurológicos focales o diabetes complicada con afección vascular.
Se han observado efectos secundarios similares a los que produce el uso de anticonceptivo orales estroprogestativos de tercera y cuarta generación, por ejemplo, el riesgo de trombosis venosa.
Asimismo, se aconseja la realización de un análisis biológico sobre colesterol, triglicéridos y nivel de glucemia en ayunas, cada 5 años, si los resultados de los exámenes son normales.
El anticonceptivo hormonal progestativo oral comprende tanto Cerazette, un medicamento que contiene desogestrel, como sus genéricos y Microval (con levonorgestrel).
La píldora Cerazette debe tomarse a diario y a la misma hora, sin interrupción.
La pastilla Microval también debe ingerirse diariamente, sin interrupción y a la misma hora.
De acuerdo al índice de Pearl, mientras que la tasa de embarazos accidentales vinculados al uso de Cerazette es 0,4 %, para Microval se sitúa en 1 %.
En este artículo encontrarás toda la información relativa a las contraindicaciones de Cerazette y sus genéricos.
Entre las contraindicaciones de Microval se encuentran la hepatitis y los antecedentes recientes de hepatitis, insuficiencia hepática, cáncer de mama y cáncer de endometrio.
Cerazette y Microval no forman parte de los anticonceptivos vinculados a un mayor riesgo de accidente tromboembólico venoso o arterial.
No obstante, el tratamiento con Cerazette deberá interrumpirse en caso de hipertensión arterial.
También se han observado otros efectos adversos como amenorreas, irregularidades menstruales, sangrados intermenstruales y spotting.
Nexplanon es un anticonceptivo hormonal progestativo subcutáneo que contiene etonogestrel.
Este anticonceptivo puede ser utilizado en caso de antecedentes de trombosis pero está contraindicado si se padece trombosis.
Se inserta con un aplicador precargado por vía subcutánea en condiciones de asepsia, es decir, bajo la piel del brazo que menos utilice la paciente.
Este método puede utilizarse durante tres años, al cabo de los cuáles debe ser extraído por un profesional de la salud.
El índice de Pearl sobre el uso del anticonceptivo hormonal progestativo subcutáneo es 0,00 %.
Su uso está recomendado en mujeres de entre 18 y 40 años.
Los anticonceptivos hormonales progestativos subcutáneos también se aconsejan a aquellas mujeres que presentan intolerancia a los anticonceptivos estroprogestativos, a los dispositivos intrauterinos y en caso de problemas de observancia a la contracepción oral.
El uso de los métodos anticonceptivos hormonales progestativos subcutáneos está contraindicado en caso de accidentes tromboembólicos venosos evolutivos y la presencia de tumores malignos, conocidos o sospechados, sensibles a los esteroides sexuales
Tampoco se aconseja su uso si el paciente sufre o tiene antecedentes de tumores del hígado o antecedentes de afección hepática.
En caso de padecer hipertensión arterial repentina o no controlada con tratamiento y trombosis, es necesario retirar el Nexplanon.
En una de cada cinco mujeres se han observado cambios del perfil de sangrado vaginal.
El implante debe reemplazarse antes de finalizar el tercer año, en mujeres con sobrepeso.
Depo-Provera es un anticonceptivo hormonal progestativo inyectable que contiene 150 mg de acetato de medroxiprogesterona.
La tasa de embarazos no deseados durante el primer año vinculados al uso de Depo-Provera es 0,3 %.
Depo-Provera es un anticonceptivo de larga duración (tres meses) que utilizan las mujeres que no pueden servirse de otros métodos anticonceptivos.
Sin embargo, su uso no se recomienda en adolescentes y pacientes que presentan factores de riesgo de osteoporosis.
El uso de Depo-Provera está contraindicado si se padece hipersensibilidad a la sustancia principal o a uno de los excipientes y en caso de anomalía de las pruebas hepáticas.
También se desaconseja su utilización si se sufre accidentes tromboembólicos venosos o existen antecedentes.
En efecto, algunas mujeres que han utilizado Depo-Provera han experimentado un retorno diferido de la fertilidad (de tres a doce meses), una disminución de la densidad mineral ósea, pérdida de visión repentina y aparición súbita de exoftalmía, diplopía o migrañas.
En estos casos, se desaconseja seguir administrando Depo-Provera mientras no se hayan realizado exámenes complementarios.
Se trata de un tipo de dispositivo intrauterino que se inserta en la cavidad uterina para asegurar una contracepción a largo plazo pero reversible. Posee una superficie de cobre de 375 mm a 380 mm.
La tasa de embarazos no deseados vinculados al uso del DIU es inferior a 1 % durante el primer año.
El DIU es un método de contracepción intrauterina y proporciona una contracepción de urgencia (solo ciertos tipos de DIU).
También es un método anticonceptivo de primera intención considerado muy eficaz.
No debe utilizarse el DIU en caso de embarazo o posible embarazo, si se padece una infección puerperal postparto ni inmediatamente después de un aborto séptico.
Algunas mujeres han experimentado problemas debidos a la inserción, por ejemplo, dolores, contracciones uterinas, riesgos de expulsión y de perforación uterina.
Antes de colocarlo en la paciente (siempre durante la primera parte del ciclo menstrual), el médico debe descartar un embarazo extrauterino y una enfermedad inflamatoria pelviana.
Del mismo modo, se recomienda realizar pruebas para comprobar que la paciente no tiene clamidia ni gonorrea, dos enfermedades de transmisión sexual.
La paciente deberá acudir a consultas de seguimiento ginecológico, la primera de ellas, entre el primer y el tercer mes después de la de la colocación del DIU y posteriormente, una vez al año.
Mirena es un dispositivo intrauterino (DIU) que contiene levonorgestrel.
El porcentaje de embarazos no deseados asociados a la utilización de Mirena es de 0,2 % y con una tasa de fracaso de 0,7 % en 5 años (el dispositivo solo es eficaz durante 5 años).
Mirena es un método de contracepción intrauterina que puede ser utilizado en mujeres con menorragia funcional.
En cambio, no es una primera opción contraceptiva para mujeres nulíparas (mujeres que nunca han estado embarazadas).
Se desaprueba el uso de Mirena en caso de embarazo o duda de embarazo y si se padece una infección pelviana o genital.
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