La progesterona es una hormona secretada por el cuerpo lúteo o cuerpo amarillo de los ovarios.
La progesterona participa en el ciclo menstrual femenino y en el embarazo, puesto que se encarga de preparar el útero para la fecundación y la glándula mamaria para la lactancia.
La hormona de la progesterona también está presente en pequeñas cantidades en los testículos y las glándulas suprarrenales del hombre.
El médico prescribe un análisis sanguíneo de progesterona a mujeres embarazadas para poder efectuar un seguimiento minucioso del embarazo, reflejo de la actividad placentaria y para detectar los trastornos hormonales.
Asimismo, se suele prescribir un examen de progesterona cuando se va a efectuar una fecundación in vitro.
Los valores normales de progesterona en la sangre varían según el sexo y el periodo de la vida.
En la mujer, el nivel de progesterona antes de la pubertad es inferior a 0,91 nmol/l.
Mientras que en la fase folicular los valores normales se sitúan entre 0,70 y 6,70 nmol/l, durante la ovulación deberán alcanzar 2,10 y 13,30 nmol/l y durante la fase lútea el nivel se situará entre 21 y 91 nmol/l.
Cuando la mujer alcance la menopausia, los valores normales de progesterona descenderán para situarse entre 0,70 y 1,82 nmol/l.
En el hombre, el valor normal de progesterona se sitúa entre 0,42 y 1,82 nmol/l a cualquier edad.
El nivel de progesterona en la sangre puede disminuir en caso de insuficiencia lútea, insuficiencia ovárica, hiperandrogenismo y hiperprolactinemia.
Los valores de progesterona en la sangre pueden aumentar en caso de déficit en enzimas del metabolismo de las hormonas esteroides.
Los resultados de un análisis de progesterona no pueden confirmar confirman un diagnóstico ya que suelen variar según la técnica utilizada por el laboratorio. El paciente necesitará consultar a un médico para que prescriba exámenes complementarios o un posible tratamiento.
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