La anemia inflamatoria es el resultado de una deficiencia de hierro debida a una desrregulación en el sistema inflamatorio y a una patología asociada. Los primeros síntomas son fiebre y una gran debilidad, pero estos signos no siempre aparecen. La gravedad y el tratamiento de este tipo de anemia depende de la enfermedad que la causa. Las principales causas de anemia inflamatoria son el cáncer, las enfermedades reumáticas como la poliartritis o el lupus o las enfermedades infecciosas. El tratamiento de la causa es esencial aunque también las transfusiones de glóbulos rojos pueden ser utilizadas como tratamiento.