El infarto pulmonar es una destrucción de las células del pulmón debido a una falta de aporte de sangre. Este infarto conlleva la obstrucción de una arteria destinada a irrigar una parte del tejido pulmonar.
El infarto pulmonar es una complicación poco frecuente de la embolia pulmonar. Se debe a que un coágulo ha emigrado desde otra área del cuerpo (normalmente las piernas) hasta una arteria pulmonar y la ha bloqueado.
Los signos clínicos incluyen tos con expectoración de color negro, dolor en el pecho y tos seca que se produce en un contexto clínico de embolia pulmonar.