Definición
La embolia pulmonar es causada por la
obstrucción de una
arteria pulmonar por un
coágulo de sangre. El coágulo se fija en 9 de cada 10 casos antes en la pared de una vena profunda en el abdomen, la pelvis o extremidades inferiores, y cuando emigra a través de la sangre, se detiene en una arteria pulmonar. La embolia pulmonar es la causa de muchas muertes. Puede ser debida también a
trastornos de la
coagulación de la sangre. Algunas causas frecuentes:
- un largo viaje sentado en un avión o en coche;
- operación quirúrgia ortopédica (prótesis de miembros);
- inmovilización prolongada;
- embarazo o parto;
- aumento en el volumen total de glóbulos rojos (policitemia);
- Cáncer;
- insuficiencia cardíaca o respiratoria.
Síntomas
La insuficiencia circulatoria y la insuficiencia respiratorio son las posibles consecuencias de una embolia pulmonar. De acuerdo a su importancia, pueden tener los siguientes síntomas:
- Ansiedad;
- Taquicardia;
- Fiebre leve;
- Dolor de pecho, se siente como un apuñalamiento o una puntada;
- Dificultad respiratoria que puede ir acompañada de expectoración con sangre;
- Paro cardíaco, (a veces.).
Los signos de
trombosis venosa de las piernas a veces están asociados y refuerzan la sospecha del diagnóstico: las piernas aparecen hinchadas, dolorosas, con aumento del
calor local en comparación con la otra pierna. Estas señales se encuentran a menudo en las pantorrillas.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en los síntomas descritos por el paciente. El examen clínico general no es muy relevante, se pueden encontrar los siguientes signos:
- pulso rápido;
- un pulso débil;
- ausencia de anomalías en la auscultación de los pulmones;
- signos de trombosis venosa profunda.
Para confirmar el diagnóstico una
radiografía de tórax y un
electrocardiograma puede estar indicados inicialmente. Un análisis de sangre con la medición de D-dimero eliminará el diagnóstico de la embolia pulmonar en caso de valores normales. A menudo,se realiza una Ecografía Doppler de los miembros inferiores en busca de una trombosis venosa. Si se observan signos preocupantes, una tomografía pulmonar o angio-
escáner (escáner con opacificación de los vasos) confirman el diagnóstico.
Tratamiento
La hospitalización es esencial en el caso de la embolia pulmonar. Esto permitirá una evaluación y un tratamiento óptimo con la vigilancia adecuada para evitar complicaciones. Se le suministra al paciente
oxígeno. Para evitar la aparición de nuevos
coágulos y la extensión de los coágulos ya existentes se administran
anticoagulantes. En casos más severos, se puede realizar una cirugía. Después de la recuperación, el paciente debe tomar anticoagulantes durante varios meses o incluso toda la vida.
Prevención
Para prevenir la embolia pulmonar es aconsejable:
- caminar y mover las piernas en caso de inmovilización prolongada (viajes largos en avión, en coche).
- La deambulación precoz tras cirugía de riesgo;
- El uso de medias de compresión para favorecer el riego sanguíneo de las extremidades inferiores y prevenir la aparición de trombosis;
- Administración si hay factores de riesgo, de anticoagulantes preventivos;
- Control de todos los factores de riesgo cardiovascular: tabaquismo, colesterol alto, sobrepeso y estricto control de la diabetes o la hipertensión.