La embolia pulmonar es causada por la obstrucción de una arteria pulmonar por un coágulo de sangre. El coágulo se fija en 9 de cada 10 casos antes en la pared de una vena profunda en el abdomen, la pelvis o extremidades inferiores, y cuando emigra a través de la sangre, se detiene en una arteria pulmonar. La embolia pulmonar es la causa de muchas muertes. Puede ser debida también a
trastornos de la coagulación de la sangre. Algunas causas frecuentes:
La insuficiencia circulatoria y la insuficiencia respiratorio son las posibles consecuencias de una embolia pulmonar. De acuerdo a su importancia, pueden tener los siguientes síntomas:
Los signos de trombosis venosa de las piernas a veces están asociados y refuerzan la sospecha del diagnóstico: las piernas aparecen hinchadas, dolorosas, con aumento del calor local en comparación con la otra pierna. Estas señales se encuentran a menudo en las pantorrillas.
El diagnóstico se basa en los síntomas descritos por el paciente. El examen clínico general no es muy relevante, se pueden encontrar los siguientes signos:
Para confirmar el diagnóstico una radiografía de tórax y un electrocardiograma puede estar indicados inicialmente. Un análisis de sangre con la medición de D-dimero eliminará el diagnóstico de la embolia pulmonar en caso de valores normales. A menudo,se realiza una Ecografía Doppler de los miembros inferiores en busca de una trombosis venosa. Si se observan signos preocupantes, una tomografía pulmonar o angio-escáner (escáner con opacificación de los vasos) confirman el diagnóstico.
La hospitalización es esencial en el caso de la embolia pulmonar. Esto permitirá una evaluación y un tratamiento óptimo con la vigilancia adecuada para evitar complicaciones. Se le suministra al paciente oxígeno. Para evitar la aparición de nuevos coágulos y la extensión de los coágulos ya existentes se administran anticoagulantes. En casos más severos, se puede realizar una cirugía. Después de la recuperación, el paciente debe tomar anticoagulantes durante varios meses o incluso toda la vida.
Para prevenir la embolia pulmonar es aconsejable: