El herpes es una enfermedad viral y contagiosa debida al virus del herpes simple (HSV) que se manifiesta por lesiones en la piel y en las mucosas. En caso de herpes aparecen una serie de vesículas reagrupadas en la zona afectada. El herpes es benigno pero puede ser problemático en una mujer embarazada, en un bebé o en las personas inmnodeprimidas donde puede ser responsable de infecciones pulmonares o de encefalitis especialmente.
Distinguimos dos tipos principales de virus del herpes: el HSV1 que afecta con más frecuencia a la boca y el HSV2 que suele afectar a las zonas genitales.
Después de un primer encuentro con el virus que puede pasar desapercibido o ser virulento especialmente en el niño con una gíngivo-estomatitis herpética (aparecen numerosas vesículas alrededor y dentro de la boca responsables de dolor y de problemas en la alimentación) el virus sigue presente en el organismo. En este caso puede provocar recurrencias y tomar la forma de un herpes labial o botón de fiebre en caso de afectación por el virus HSV1.
El botón de fiebre es una pequeña vesícula o grupo de vesículas que aparecen habitualmente en la unión entre la ucosa de los labios y la piel de la cara. A parte de ser antiestéticos no son peligrosos pero el contagio es frecuente en caso de brotes.