Las vesículas seminales son dos en total y se asemejan a pequeñas bolsas. Estas glándulas están unidas a la prostáta y están situadas por encima y por detrás de ésta. Vierten su contenido, el líquido seminal, en los canales deferentes que forman parte de las vías espermáticas que conducen el esperma. El liquido seminal vuelve al esperma más líquido para permitir el desplazamiento de los espermatozoides, pero también aporta las sustancias necesarias para la formación de la energía que los espermatozoides necesitan para realizar sus movimientos.