El esquí es un deporte extremo que requiere preparación y precaución. Aunque revitaliza el cuerpo, implica un gran gasto energético y esfuerzo muscular.
El esquí alpino pone a trabajar todos los músculos del cuerpo: cuádriceps, pantorrillas, glúteos, abdominales y también los músculos de la espada y de los hombros.
Su práctica mejora el equilibrio, la coordinación, la agilidad y la concentración. Además, proporciona una sensación de libertad y bienestar.
El esquí de fondo, también conocido como esquí a campo traviesa, ejercita el sistema cardiovascular y mejora la resistencia y el ritmo cardiaco. También desarrolla el equilibrio y la coordinación motora.
El esfuerzo muscular que requiere el esquí de fondo es regular y puede ser modulado según las capacidades y nivel de cada persona.
Los accidentes ocurren sobre todo durante la práctica del esquí alpino. Las lesiones más frecuentes son los esguinces, las fracturas, las luxaciones, los traumatismos craneales, las lesiones músculo-tendinosas (se sienten después de cierto tiempo) y las lesiones en los cartílagos. También pueden presentarse casos de hipotermia. Es importante abrigarse e hidratarse bien.
Entre las contraindicaciones vinculadas a la altitud, se encuentra la enfermedad cardíaca no controlada, la insuficiencia respiratoria crónica y algunas enfermedades sanguíneas.
Otras contraindicaciones son el embarazo (especialmente el primer y último trimestre), la bronquitis crónica y el asma provocada por el frío o por el ejercicio. Tampoco se recomienda para los niños menores de 18 meses.
No dudes en consultar con el médico antes de practicar el esquí en cualquiera de sus modalidades.
Es muy importante que te prepares físicamente antes de esquiar. Escoge un buen equipo para esquiar. Consulta con los profesionales y asegúrate de contar con un equipo en buen estado.
Si no tienes experiencia, puedes tomar un curso para que aprendas los puntos básicos del esquí, conocer el funcionamiento del equipo y encontrar tu equilibrio.
Practicar esquí no es una actividad que se deba improvisar. De hecho, llegar a la estación de esquí sin una preparación previa y conocimientos básicos aumenta el riesgo de sufrir un accidente.
Aquí te presentamos algunos consejos indispensables para mejorar tu condición física. Empieza a hacer más ejercicio y a ponerte en forma con un mes de anticipación. De esta forma, puedes fortalecer los músculos, los tendones y el sistema cardiovascular.
Algunos deportes permiten ejercitar los músculos de las piernas y mejorar la resistencia, así como la capacidad cardiorespiratoria. Se recomienda hacer ejercicio 2 o 3 veces por semana.
Empieza con los deportes que ejercitan tus músculos inferiores y mejoran tu resistencia. Por ejemplo, andar en bicicleta, ciclismo de montaña, patinaje en línea, levantamiento de pesas, natación y ejercicios cardiovasculares. Además de correr o caminar.
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