Las terapias de comportamiento
Una terapia de comportamiento permite analizar las dificultades que tiene el fumador y de preveer diferentes estrategias en función del grado y del tipo de dependencia.
Terapia de comportamiento: definición
La terapia de comportamiento o terapia conductual es un tipo de psicoterapia que se utiliza para tratar problemas de conducta y promover habilidades de adaptación. Este tipo de terapia utiliza técnicas psicológicas para mejorar las habilidades físicas, mentales y de comunicación.
Terapia cognitivo conductual
La Terapia Cognitivo Conductual es uno de los conceptos más importantes de la psicología aplicada. Esta terapia permite abordar problemáticas muy diversas aplicando técnicas avaladas cientificamente y nace a partir de la fusión de las terapias conductistas y las que se derivan de la psicología cognitiva. Además de actuar sobre la conducta esta terapia actúa sobre los pensamientos de la persona: la intervención sobre la parte "mental" se centra en los esquemas cognitivos y las categorías conceptuales a partir de las cuales la persona interpreta la realidad.
Terapias de comportamiento en los fumadores
Pueden permitir a los fumadores deshacerse del comportamiento anormal que representa la adicción al tabaco y ayudarlos a manejar su estrés. El objetivo de las terapias de comportamiento y cognitivas es disminuir las recaídas tras dejar de fumar. Estas terapias ayudan a los fumadores a modificar sus comportamientos ante el cigarrillo y favorecen el lograr mantenerse sin fumar gracias a un nuevo aprendizaje. Las Terapias de Comportamiento y Cognitivas son complementarias de los tratamientos substitutivos y se aconsejan en la preparación, en el momento de dejar de fumar y en la prevención de las recaídas.
Profesionales que intervienen
Son los psiquiatras, los doctores o los psicólogos los que suelen proponer estos métodos. Los protocolos varían según el grado de dependencia y del deseo del fumador de querer dejar de fumar más o menos rápidamente: serán necesarias entre 5 y 15 sesiones aproximadamente, pero pueden ser más o menos en función del fumador y de su grado de dependencia.
Periodicidad de las sesiones
Las sesiones se realizan una vez por semana o cada 15 días. Algunas personas continúan yendo a la consulta después de haber dejado de fumar. Este periodo puede variar entre 2 meses y 1 año. Esta fase permite anticiparse a las recaídas y prever rápidamente un nuevo tratamiento en caso de recaída evitando el sentimiento de culpabilidad.
Terapia del comportamiento: técnicas
Cada consulta dura entre 40 y 60 minutos. En la primera consulta el médico pide al fumador que coja un carnet en el que debe anotar cada vez que se fuma un cigarrillo: se debe anotar la hora, las circunstancias, las ganas de fumar (que se cuantifican del 1 al 10) y el sentimiento que siente en ese momento preciso (emoción, cólera, estrés...).
Ventajas de las terapias de comportamiento
Numerosos expertos internacionales reconocen las cualidades de estos tratamientos.
Pueden permitir preparar al fumador para dejar de fumar, luchar contra la dependencia de comportamiento ayudándole a no estar tentado por el cigarrillo y a cortar con los hábitos y los rituales: pedir, por ejemplo, que espere 5 minutos antes de fumarse el cigarrillo con el café... y progresivamente ir esperando más tiempo, 10 minutos... 15 minutos después del café, hasta que el fumador consiga no fumar después del café. También pueden ayudar a identificar las situaciones en las cuales el fumador corre el riesgo de recaer y ayudarle a afrontar esto y a manejar su estrés por otro medio que no sea fumar. Estas terapias aumentan las posibilidades de éxito a la hora de dejar de fumar. También se aconsejan las técnicas de relajación: su objetivo es luchar contra la dependencia psicológica y ofrecer una ayuda para manejar las situaciones de estrés y el síndrome de abstinencia.
Foto: © 123rf_31494994_Dan Barbalata.jpg
Para más información: http://www.isciii.es/htdocs/redes/investen/pdf/jb/2008_12_8_dejar_de_fumar.pdf