El nevus gigante congénito es el otro nombre del nevus gigante.
Está presente desde el nacimiento y se trata de un lunar de gran tamaño. Un nevus congénito gigante mide, al menos, 20 cm de diámetro pero puede cubrir un área mucho más grande de la piel.
El principal problema con este tipo de nevus, por fuera de su apariencia antiestética, es la alta incidencia de su transformación en un melanoma, un cáncer de piel. En este contexto, a veces se defiende la eliminación de los nevus congénitos gigantes.