Es necesario examinar la vulva al igual que se examinan los senos o la piel para detectar cambios.
Examinar la vulva una vez al mes es una buena forma de detectar cualquier problema que pudiese aparecer en los genitales femeninos externos.
Las manchas en la vulva pueden ser lentigos o nevus o estar vinculadas a patologías como el vitíligo o el hemangioma.
Los lentigos son manchas de diferentes tamaños, de color marrón o negro pero de tonalidades variables y suelen estar bien delimitadas. Existen tres formas diferentes de lentigos:
El lentigo simple aparece en la infancia y suele medir menos de 5 mm. Puede afectar a cualquier superficie cutánea del cuerpo y a las mucosas. El lentigo simple no muestra predilección por las zonas expuestas a las radiaciones solares.
La aparición del lentigo solar está relacionada con la exposición al sol por lo que suele localizarse en superficies cutáneas más expuestas. El lentigo solar aparece en personas de edad avanzada en zonas cutáneas afectadas por el fotoenvejecimiento.
Por último, el lentigo maligno se considera una forma de melanoma.
La palabra nevus procede del vocablo latino naevus (lunar) y hace referencia a la proliferación de distintos tipos de células en la piel.
No se sabe con certeza la procedencia de la célula névica pero muchos suponen que tiene parentesco con el melanocito, célula encargada de fabricar melanina, el pigmento que da el color moreno a la piel.
Asimismo, existen varios tipos de nevus: los nevus apocrinos, los melanocíticos (proliferaciones de células pigmentadas, generalmente de color negro), el nevus rufus (de color rojo y aspecto similar al de un angioma o acúmulo de vasos sanguineos), los nevus coeruleus (de color azul), el nevus juncial, etc.
El vitíligo es una enfermedad degenerativa de la piel en la que los melanocitos -células responsables de la pigmentación de la piel- mueren, de modo que dejan de producir melanina, un pigmento que da la coloración característica a la pie, en la superficie cutánea donde ha ocurrido la muerte celular. Como resultado aparecen manchas de color blanco nacarado y bordes bien delimitados y simétricos en la piel. La zona de piel que rodea la lesión adquiere un color marrón oscuro característico.
Las manchas acrómicas pueden estar circunscritas a la zona vulvar.
El vitíligo no es contagioso ni produce síntomas.
La melanosis vulvar es la alteración de los tejidos orgánicos, caracterizada por el color oscuro que presentan debido a la acumulación de melanina. La melanosis vulvar puede confundirse fácilmente con otras lesiones pigmentadas vulvares, muchas de ellas premalignas o malignas, como el melanoma de la vulva.
Las lesiones suelen localizarse en la región vulvar y perineal, siendo más frecuente en los labios menores. Todas las manchas son planas, de color marrón o negro y su tamaño varia entre 1 cm y 5 cm de diámetro.
Existen varios factores que causan melanosis vulvar.
Ciertas personas están predispuestas genéticamente a padecer esta patologia.
Asimismo, las personas pertenecientes a alguna raza de piel oscura suelen padecer melanosis vulvar.
También, tanto el incremento de algunas hormonas como el estrógeno, presente en anticonceptivos y durante el embarazo como la exposición al sol y al calor causan melanosis vulvar.
El hemangioma es una neoplasia, generalmente benigna, de los vasos sanguíneos caracterizada por la proliferación de vasos normales y anormales sobre la piel u otros órganos internos.
El hemangioma se manifiesta como una mancha de color rojo oscuro en la piel.
Aunque la mayoría de los hemangiomas genitales se localizan en los labios mayores, los labios menores, la zona perineal y la zona perianal también pueden verse afectados.
El hemangioma superficial no tiene tratamiento, suele desaparecer por sí solo.
Existen dos propuestas para tratar el hemangioma cavernoso: con láser o con corticoides, especialmente si se localiza a nivel del párpado o provoca problemas de visión. Otra alternativa que se puede proponer es el tratamiento conl propranolol.
Los problemas que afectan a otras partes del cuerpo también pueden afectar a la vulva.
Así, la psoriasis es una enfermedad de la piel que se manifiesta en la vulva en forma de manchas rojas, gruesas y escamosas y que puede provocar picores.
Del mismo modo, una señal temprana de la enfermedad de Crohn en la que se forman úlceras en el sistema digestivo, puede manifestarse como llagas en la vulva.
Si se trata la enfermedad principal, a menudo los síntomas de la vulva también desaparecen. Pero si los síntomas no desaparecen pueden tratarse con cremas o ungüentos.