La presencia de lunares está determinada antes de que la persona nazca.
La mayoría aparece durante los primeros 20 años, pero otros no aparecen hasta los 40.
Inicialmente los lunares son planos y de color marrón o negro, parecidos a las pecas.
Con el tiempo aumentan de tamaño y algunos desarrollan pelo.
A medida que pasan los años los lunares cambian poco a poco: la mayoría se elevan y aclaran de color, mientras que otros se aplanan o se oscurecen (esto ocurre tras la exposición al sol y a veces tras un tratamiento con cortisona).
¿Por qué nos causan preocupación los lunares?
La principal preocupación de los lunares es la degeneración de un pequeño número a una enfermedad llamada melanomamaligno.
Es un cáncer de piel que puede ser fatal cuyo diagnóstico y tratamiento precoz mejora enormemente el pronóstico.
En las primeras fases el tratamiento es la extirpación quirúrgica.
Las personas en riesgo
Cuanto mayor número de nevus tiene una persona, mayor es el riesgo de melanoma.
Este riesgo se incrementa cuando los lunares están sometidos a exposición solar importante o a traumatismos continuos: afeitado si se encuentra en zona de la barba, roce del cinturón o pie...
Cuando aumenta de tamaño o tiene un aspecto irregular, especialmente en los bordes.
Cuando cambio de color, especialmente si el lunar se oscurece o tiene diferentes colores.
Cuando aparece en el lunar una hemorragia espontánea o costras.
Las lesiones pigmentarias satélites (manchas alrededor del nevus sospechoso).
Detectar los cambios
A pesar de que la mayoría de cambios de dimensión, forma y color de los lunares se debe a un aumento benigno del número de células pigmentadas, cualquier lunar que aparezca anormal debe examinarse.
El médico solicitará información sobre los últimos cambios del lunar junto con el historial familiar para evaluar el riesgo que presenta el paciente.
Si los cambios son leves normalmente el médico sólo necesitará:
Medir el lunar.
Tomar una fotografía del lunar.
Los lunares deben ser revisados periódicamente, con más o menos asiduidad, en función del número y de la forma de éstos.
Es posible que alguno de ellos sea extirpado por el dermatólogo si se detectan cambios importantes.
¿Qué hacer para prevenir su malignización?
Evitar la exposición a la luz solar, especialmente durante las dos horas antes y después de mediodía, cuando los rayos del sol son más fuertes.
El documento « ¿Qué hacer ante un lunar que cambia de características? » se encuentra disponible bajo una licencia Creative Commons. Puedes copiarlo o modificarlo libremente. No olvides citar a CCM Salud (salud.ccm.net) como tu fuente de información.