¿Qué hacer ante un lunar que cambia de características?

  • Un lunar (o nevus melanocítico) es una mancha anormal de células pigmentadas en la piel.
  • Estas células se llaman melanocitos.
  • Los lunares son muy frecuentes.
  • Muchas personas nacen con algunos lunares y desarrollan otros a lo largo de su vida.
  • Durante la pubertad, el embarazo o por tomar píldoras anticonceptivas, los lunares se pigmentan y se hacen más grandes: también pueden aparecer nuevos lunares.

Evolución de los lunares

  • La presencia de lunares está determinada antes de que la persona nazca.
  • La mayoría aparece durante los primeros 20 años, pero otros no aparecen hasta los 40.
  • Inicialmente los lunares son planos y de color marrón o negro, parecidos a las pecas.
  • Con el tiempo aumentan de tamaño y algunos desarrollan pelo.
  • A medida que pasan los años los lunares cambian poco a poco: la mayoría se elevan y aclaran de color, mientras que otros se aplanan o se oscurecen (esto ocurre tras la exposición al sol y a veces tras un tratamiento con cortisona).

¿Por qué nos causan preocupación los lunares?

  • La principal preocupación de los lunares es la degeneración de un pequeño número a una enfermedad llamada melanoma maligno.
  • Es un cáncer de piel que puede ser fatal cuyo diagnóstico y tratamiento precoz mejora enormemente el pronóstico.
  • En las primeras fases el tratamiento es la extirpación quirúrgica.

Las personas en riesgo

  • Cuanto mayor número de nevus tiene una persona, mayor es el riesgo de melanoma.
  • Este riesgo se incrementa cuando los lunares están sometidos a exposición solar importante o a traumatismos continuos: afeitado si se encuentra en zona de la barba, roce del cinturón o pie...

¿Qué síntomas son los que deben alarmarnos?

  • Cuando el lunar produce picor y/o dolor.
  • Cuando aumenta de tamaño o tiene un aspecto irregular, especialmente en los bordes.
  • Cuando cambio de color, especialmente si el lunar se oscurece o tiene diferentes colores.
  • Cuando aparece en el lunar una hemorragia espontánea o costras.
  • Las lesiones pigmentarias satélites (manchas alrededor del nevus sospechoso).

Detectar los cambios

  • A pesar de que la mayoría de cambios de dimensión, forma y color de los lunares se debe a un aumento benigno del número de células pigmentadas, cualquier lunar que aparezca anormal debe examinarse.
  • El médico solicitará información sobre los últimos cambios del lunar junto con el historial familiar para evaluar el riesgo que presenta el paciente.
  • Si los cambios son leves normalmente el médico sólo necesitará:
    • Medir el lunar.
    • Tomar una fotografía del lunar.
    • Los lunares deben ser revisados periódicamente, con más o menos asiduidad, en función del número y de la forma de éstos.
  • Es posible que alguno de ellos sea extirpado por el dermatólogo si se detectan cambios importantes.

¿Qué hacer para prevenir su malignización?

  • Evitar la exposición a la luz solar, especialmente durante las dos horas antes y después de mediodía, cuando los rayos del sol son más fuertes.
  • Evitar las quemaduras por el sol.
  • Protegerse del sol con protector solar.
  • Revisar sus lunares periodicamente y acudir al médico para que los examine.
  • Hay lunares que uno mismo no se puede ver por lo que otra persona debe controlarlos (espalda, cuero cabelludo,...).

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