La nevus es una forma de tumor cutáneo, desarrollado a expensas de los melanocitos, las células responsables de la pigmentación de la piel. Hay varias clases. Distinguimos el nevus pigmentario común o banal, comúnmente llamados lunares. Estos son los más frecuentes y su origen es discutido. Muchas variantes se describen según el lugar donde crecen, su color y su ubicación. El nevus común existe entre todos los seres humanos desde la infancia y aumentan en número hasta la edad media de 40 años cuando empiezan a retroceder. Un tipo particular de nevus no se desarrolla a partir de los melanocitos sino a partir de glándulas sebáceas: hablamos entonces de nevus sebáceo cuya aparición es más precoz y la evolución diferente.
Las diferentes clasificaciones de los nevus son:
El diagnóstico es clínico y a veces es necesario el consejo de un dermatólogo. Algunos tipos de nevus requieren un control debido a su apariencia: es el caso de algunos nevos comúnes que pueden evolucionar hacia un melanoma o de algunos nevus sebáceos. El análisis del nevus después de su extirpación permite identificar el tipo.
La eliminación de un lunar o la práctica de una cirugía llamada ablación no es sistemática, y debe reservarse para las formas dudosas. Algunos lunares antiestéticos también se pueden quitar.