La crioglobulinemia, cuando es del tipo II o III, es una enfermedad cuyas manifestaciones físicas principales son la aparición de una púrpura (manchas rojas en la piel), dolor en las articulaciones y astenia (debilidad y fatiga generalizada). La crioglobulinemia sigue siendo una enfermedad poco frecuente que afecta a aproximadamente una persona de cada 100.000, en su mayoría mujeres. La crioglobulinemia puede ir acompañada de muchos otros síntomas como problemas hepáticos (hepatitis crónica), renales(glomerulonefritis), neurológicos (neuropatías) o vasculares (vasculitis). Sin embargo, la crioglobulinemia de tipo I suele ser asintomática.