Betaferon: Indicaciones, posología y efectos secundarios
Betaferon es un medicamento esencialmente prescrito a las personas afectadas de esclerosis en placas. Viene en versión inyectable reconstituida por dilución de un polvo blanco por un disolvente. Se presenta bajo la forma de un polvo blanco que es introducido en una solución inyectable.
Indicaciones
Betaferon es indicado en las personas que sufren de esclerosis en placas, exactamente entre los pacientes que presentaron por lo menos dos brotes durante los dos últimos años y los afectados por la forma accesoriamente progresiva de la enfermedad. Es también indicado en las personas que fueron víctimas de una pérdida importante de mielina (sustancia que protege las fibras nerviosas) acompañada por una inflamación. Betaferon es administrado mediante inyección subcutánea. La dosis recomendada es de 250 microgramos para una solución de 1 ml cada 2 días.
Contraindicaciones
Betaferon es contraindicado en mujeres embarazadas, en las personas hipersensibles a su principio activo (interferón beta) o a una de otras sustancias que entran en su composición, entre las personas depresivas que ya tuvieron episodios suicidas y en los pacientes afectados por una insuficiencia hepática.
Efectos secundarios
Frecuentemente Betaferon provoca efectos secundarios al principio del tratamiento que se atenúan y desaparecen más tarde. Estos incluyen síntomas gripales (fiebre, escalofríos, de cabeza, sudor) y reacciones localizadas al nivel de la parte del cuerpo que recibió la inyección (enrojecimiento, sensación de calor, inflamación, mayor sensibilidad, dolor, piel que ligeramente cambia de color).
Betaferon genera a veces una disminución del número de glóbulos blancos y de glucemia (nivel de azúcar en la sangre), problemas respiratorios y de la visión.
Esclerosis en placas
La esclerosis en placas es una enfermedad neurológica de origen desconocido que afecta al sistema nervioso central y que se caracteriza por una desmielinización (pérdida de mielina) de los nervios del cerebro, de la médula espinal y del nervio óptico. La mielina es una sustancia que sirve para proteger y para aislar los nervios. La enfermedad evoluciona lentamente por brotes y provoca toda una serie de síntomas (hormigueos, parálisis, trastornos oculares, etc.).