La fiebre es el aumento de la temperatura corporal por encima de la temperatura normal. Muy a menudo, la fiebre es un síntoma de una infección.
En condiciones normales, la temperatura varía entre 36 y 37,2°C. No existe un acuerdo general sobre a partir de qué temperatura se puede hablar de fiebre. Algunos opinan que es desde los 37,5°C y otros a partir de 38°C.
Por encima de 40°C, la fiebre puede representar una amenaza a la vida de la persona, por lo que es muy importante evitar el aumento.
Para evitar que aumente más la temperatura, se pueden utilizar medicamentos como aspirina y también duchas de agua fría o una bolsa de hielo.