El esguince de pulgar se produce cuando hay un movimiento brusco que acerca el dorso de la mano al antebrazo. Esto sucede especialmente en caso de caídas o practicando ciertos deportes (por ejemplo, una mala recepción de una pelota). Los músculos del pulgar se estiran sin romperse o rasgarse. El pulgar se vuelve muy doloroso y aparece una hinchazón. Es necesario poner hielo e inmovilizarla para aliviar el dolor y permitir que el músculo se repare.