El azote de sodio se utiliza habitualmente como conservante en algunos productos de los laboratorios de análisis, como ciertos reactivos de test diagnósticos, sobretodo los test sanguíneos. Debido a su alta sensibilidad a los golpes, antiguamente fue utilizado como detonador. Su uso se ha ido ampliado posteriormente y actualmente podemos encontrarlo en los airbags. Sin embargo, en el campo de la medicina, también se utiliza para interponer las membranas de ultrafiltración que sirven para realizar diálisis.