El urinario es el nombre que se le atribuye a una instalación sanitaria a menudo destinada a los hombres para orinar. Este dispositivo sanitario, instalado habitualmente en los lugares públicos, se caracteriza porque no tiene asiento. Inventado en 1866 por el americano Andrew Rankin, en el urinario el hombre orina de pie. Así, el urinario ocupa menos sitio de que un WC clásico y sigue siendo un sistema higiénico porque la mayor parte de los modelos tienen cadena para el agua que permite la evacuación de la orina.