Los esfínteres de la vejiga son músculos circulares que controlan el fenómeno de la micción. Encontramos dos: un esfínter interno, situado en el cuello de la vejiga, y un esfínter externo que podemos controlar con nuestra voluntad para evitar las fugas de orina. Cuando hay una gran cantidad de orina contenida en la vejiga, se ejerce una presión sobre el esfínter del cuello de la vejiga que lo relaja. La orina llega al esfínter estriado que la persona controla de forma voluntaria para impedir la pérdida de orina. En caso de patología que afecte a los esfínteres aparece una incontinencia urinaria. Hablamos de incontinencia esfinteriana que causa la incontinencia urinaria.