También conocido como síndrome de Morsier o por su abreviación DSO, la displasia septo-óptica es una malformación congénita del cerebro. Este síndrome es causado por una anormalía que aparece durante el desarrollo de la línea media. Este tipo de displasia se manifiesta tanto por una hipoplasia hipofisaria como por un hipoplasia de los nervios ópticos y una agenesia del septum pellucidum. Cuando se detecta un hipopituitarismo hablamos entonces de displasia septo-óptica con insuficiencia de la hormona de crecimiento. Este síndrome congénito afecta a un niño de cada 10.000 que en su mayoría sufren un retraso del crecimiento, un retraso mental y alteraciones visuales.