El glaucoma congénito es una forma rara de glaucoma que se caracteriza por una presión intraocular importante que aparece desde el nacimiento o durante las primeras semanas de vida. El niño lagrimea porque el humor acuoso contenido en los ojos drena mal. Es bilateral en la mayoría de los casos y los niños lo presentan con más frecuencia que las niñas. A menudo es el resultado de una anomalía genética, aunque algunos niños afectos no presenten ninguna anomalía. Los colirios hipotensores (en gotas) pueden ser suficientes. Es necesaria la cirugía ocular para tratar los casos más graves.