La líbido es el término que se utiliza para calificar la potencia del deseo sexual en los seres humanos. En las mujeres, la líbido está muy correlacionada con las secreciones hormonales producidas principalmente por los ovarios. Los estrógenos y los andrógenos juegan un papel importante en el buen funcionamiento de la líbido femenina. Los estrógenos aseguran una función de neurotransmisión cerebral que despierta el deseo sexual y favorece la lubricación vaginal. Por su parte, los andrógenos son la testosterona, es decir, una hormona masculina, secretada por los ovarios en pequeñas cantidades.