La esterilización femenina es uno de los métodos anticonceptivos más utilizados, que puede sugerirse a ciertas mujeres. Aunque deben informarse y reflexionar sobre la irreversibilidad del procedimiento, ya que impide, en la mayoría de los casos, la maternidad en el futuro.
Más de 100 millones de mujeres en edad de procreación se han sometido a un procedimiento de este tipo. La esterilización femenina en España estuvo prohibida hasta 1983, cuando se modificó el código penal. Cada año se realizan 700.000 esterilizaciones en Estados Unidos y 200.000 en Europa.
Ante mujeres jóvenes o que no hayan tenido niños, se deben tomar muchas precauciones. La mujer debe considerar bien esta solución debido a la irreversibilidad del método. La esterilización definitiva está contraindicada en las mujeres menores de edad. Este método se recomienda, sobretodo, a mujeres que ya han tenido niños o a mujeres a partir de cierta edad. Un plazo de reflexión de 4 meses debe respetarse después de la primera consulta y la decisión siempre debe confirmarse por escrito.
Entre las principales ventajas de la esterilización femenina, se encuentra que es un método permanente, práctico y con una eficacia de 98 %, ya que no hace falta que la mujer se preocupe más por el tema de la contracepción. Al no introducir hormonas, incluso puede mejorar la vida sexual de la mujer. La esterilización femenina no provoca la menopausia, no altera el periodo menstrual ni las hormonas naturales.
Entre las desventajas está que, al ser un método irreversible, es posible que nunca se pueda recuperar la fertilidad, en caso de que la mujer se arrepienta. Intentar una reversión de la esterilización es caro, complicado y no siempre es posible. Otra de sus desventajas es que no impide las enfermedades de transmisión sexual.
Como todo procedimiento quirúrgico, puede tener sus riesgos y pueden aparecer complicaciones después de la intervención, como fiebre, sangrados y mal olor vaginal, entre otras. En ocasiones excepcionales, las trompas de Falopio se desbloquean después de la esterilización y, en estos casos, puede desarrollarse un embarazo en la trompa de Falopio o un embarazo ectópico con el riesgo que conlleva.
Para llegar hasta las trompas de Falopio, existen varias vías posibles. Se puede realizar una minilaparotomía (minilap) después del parto (se realiza una incisión pequeña debajo del ombligo); o una laparoscopia, mediante la cual se ejecuta una pequeña incisión debajo del ombligo, se infla el abdomen con una inyección de gas y se alcanzan las trompas para obstruirlas.
Después de una esterilización femenina, la mujer tiene su menstruación como antes de realizar el procedimiento. La mayoría de las mujeres no notan ningún cambio, aunque algunas refieren reglas un poco más dolorosas después de la esterilización.
Los procedimientos de esterilización femenina cuestan entre 1.500 a 6.000 dólares. La mayoría de los seguros médicos cubren, en general, una parte del precio total.
Los métodos de esterilización tienen por objeto obstruir las trompas para impedir que los espermatozoides fecunden al óvulo.
El método clásico es la ligadura de las trompas de Falopio para impedir la fecundación, ya que los óvulos no pueden encontrarse con los espermatozoides. Esta técnica quirúrgica necesita una anestesia general y una hospitalización de 24 a 48 horas. La mayoría de las veces, consiste en insertar —mediante laparoscopia— un clip o un anillo sobre cada trompa. También se puede practicar una coagulación de cada trompa.
El método de contracepción definitiva no quirúrgica Essure® se propuso a partir de 2002 y fue reconocido en octubre de 2007 por las autoridades de salud como método de esterilización permanente. Se puede recomendar a toda mujer que no desee más embarazos y a mujeres de 40 o más años como técnica de esterilización.
Desde enero de 2009, el Hospital del Mar de Barcelona realiza —de manera ambulatoria y en un centro piloto de atención a la salud sexual y reproductiva— esta técnica anticonceptiva. Es fiable, indolora y no requiere anestesia ni ingreso hospitalario. Esta iniciativa a nivel de asistencia primaria ha permitido mejorar la accesibilidad de la mujer a este método anticonceptivo, al eliminar por completo las listas de espera.
El médico introduce el microimplante a través de la vagina, atraviesa el cuello uterino y el útero para después inyectar un líquido fisiológico y dilatar el útero. El microimplante se coloca en el interior de las trompas de Falopio. El pequeño resorte se amolda a la cavidad tubárica y, a continuación, obstruye por completo la trompa en unos 3 meses.
Esta técnica se practica sin anestesia general, dura aproximadamente 10 minutos y no requiere hacer ninguna incisión ni deja cicatriz. La paciente reposa varias horas y puede retomar sus actividades habituales el mismo día. El emplazamiento correcto del implante se controla mediante una radiografía pélvica o una salpingografía (examen de las trompas).
La esterilización definitiva se alcanza al cabo de 3 meses en promedio. Durante este periodo, se recomienda la utilización de un método anticonceptivo complementario, como el preservativo.
El método que utiliza el implante Essure corre a cargo de la Seguridad Social, en algunos países. Un plazo de reflexión de 4 meses se requiere después de la primera consulta y la paciente debe confirmar por escrito su decisión.
La vasectomía, método de esterilización masculina, corresponde a la ligadura o la sección de los dos conductos deferentes que parten de los testículos y permiten a los espermatozoides llegar al canal eyaculador que desemboca en la uretra.
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