El cáncer de hígado es una enfermedad muy grave. El hígado es un órgano vital, altamente vascularizado, lo que implica un alto riesgo de metástasis. Además, el cáncer de hígado suele ser asintomático por lo que si no se realiza un seguimiento regular por otra enfermedad (cirrosis) el riesgo de un diagnóstico tardío es muy alto. Estos elementos explican las razones por las cuales las posibilidades de supervivencia son relativamente bajas (alrededor del 13% a los 5 años). Sin embargo, muchos factores pueden modificar estas cifras (estado de salud general, edad, ubicación...).