La tensión nerviosa designa una exasperación intensa o, de forma más general, un estado de estrés y que se debe distinguir de la tensión arterial (o de la hipertensión cuando la tensión arterial es excesiva) que es cuantificable con un tensiómetro. La tensión nerviosa traduce una tensión asociada a una fatiga y a una ansiedad que en algunos casos puede parecer una inquietud y que provoca, a veces, dolores de cabeza. Como podemos observar, la tensión nerviosa no está relacionada con los transtornos de las arterias y puede afectar tanto a personas jóvenes y en perfecto estado de salud como a personas mayores.