Una fatiga intensa puede ser debida a multitud de enfermedades:
El reposo no siempre mejora la situación del paciente. Es importante diagnosticar la causa para que el tratamiento adecuado pueda ser prescrito
La fatiga intensa impide al paciente realizar las tareas comunes de la vida diaria y pueden aparecer trastornos psicológicos y sociales. Los síntomas, por lo general, son una disminución anormal del estado general y las capacidades físicas. Hemos de distinguir el cansancio, que es un fenómeno normal que mejora con el descanso, de la astenia que es una sensación de cansancio que no mejora con el descanso. También existe un fatiga consecuencia del cansancio físico por un esfuerzo anormalmente débil, y la psicastenia que designa el cansancio de origen psíquico.
Tras la entrevista con el paciente se pueden solicitar algunos exámenes complementarios para determinar el origen del cansancio intenso. A menudo las causas son orgánicas o bien de origen psicológico como la depresión. Puede tratarse de una verdadera señal de alerta por lo que un cansancio intenso no debe jamás ser descuidado.
El tratamiento de la fatiga severa depende de sus causas. Los resultados de las diferentes investigaciones permiten al facultativo realizar un protocolo adaptado a cada caso. En caso de una causa depresiva, los antidepresivos mejoran los síntomas al cabo de algunas semanas.
El estilo de vida tiene un impacto sobre la salud. Para evitar la fatiga, es importante: