La arritmia se define por una alteración del ritmo cardíaco. Distinguimos dos tipos de arritmia: la taquiarritmia (frecuencia rápida e irregular) y la bradiarritmia (frecuencia lenta e irregular). Hablamos de bradiarritmia cuando registramos menos de 50 contracciones irregulares por minuto. Puede no tener una causa clara o aparecer después de un infarto, de una embolia pulmonar o de una malformación congénita. El electrocardiograma y el Holter (registro de 24 horas) permiten detectar una anomalía cardíaca.