Los electrolitos designan las sales minerales presentes en el organismo como el sodio, el magnesio, el cloro, el calcio, el fósforo y el potasio. Cada uno juega un rol preciso y esencial para el buen funcionamiento del organismo. Hablamos de desaquilibrio electrolítico cuando las relaciones entre los electrolitos y el agua en el seno del organismo está alterado. Por ejemplo, la hipercaliemia corresponde a un exceso de potasio o la hipocalcemia a un déficit de calcio. Este desequilibrio puede provocar diversas complicaciones y tener varios orígenes.