La eritromegalia se corresponde con dolores que aparecen a nivel de las extremidades (piernas, pies, brazos, manos, dedos) de forma discontinua. Estas sensaciones a menudo se acompañan de quemazón, enrojecimientos o edema. Aparecen en forma de crisis provocadas por una actividad física, un cambio de temperatura (ducha caliente, exposición al sol) o la gravedad (posición de pié). La eritromegalia puede ser también de origen genético. Para confirmar el diagnóstico haremos un análisis de sangre y una termografía. El tratamiento indicado es médico (nifedipina, nicardipina, bromocriptina, antiplaquetarios).