El análisis de sangre se realiza con una muestra de sangre obtenida por vía intravenosa. Permite, entre otras cosas, determinar el grupo sanguíneo.
También permite cuantificar componentes de la sangre como la tasa de colesterol, detectar anomalías, tales como anemia y diabetes, evaluar el riesgo cardiovascular o el funcionamiento de los órganos como el riñón, la tiroides o el hígado.
Ciertos análisis de sangre deben ser practicados en ayunas como los balances lipídicos o glicémicos. Los resultados dependen de la edad, del sexo, pero también de la toma de determinados medicamentos.