Beneficios de la actividad física para la salud

Hacer ejercicio de forma regular y durante al menos 30 minutos diarios permite prevenir o retrasar la aparición de determinadas enfermedades y mejorar la resistencia física.

Qué beneficios fisiológicos aporta la actividad física

El ejercicio físico disminuye los riesgos de sufrir determinadas enfermedades y esto se traduce en una disminución del gasto en sanidad.. En efecto, la actividad física disminuye y/o retrasa la aparición de hipertensión arterial: los valores de la presión arterial también son más bajos en las personas que hacen ejercicio. También reduce el riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares, en especial la mortalidad por cardiopatía isquémica.

Asimismo, practicar algún deporte ayuda a controlar el exceso de peso, la obesidad y la cantidad total de grasa corporal. Además, las personas que hacen ejercicio mejoran progresivamente su capacidad para hacer esfuerzos sin presentar fatiga.

La actividad física desciende los valores de los triglicéridos y aumenta el colesterol 'bueno' o HDL y también favorece un mejor control de la glucemia, de modo que el riesgo de padecer diabetes es menor.

Practicar deporte favorece el tránsito intestinal y la digestión. Las probabilidades de padecer cáncer de colon descienden.

La calidad del sueño, el estrés, la ansiedad y los problemas depresivos mejoran cuando se hace ejercicio, así como las relaciones sociales

Asimismo, practicar deporte es beneficioso para las articulaciones y aumenta la resistencia de los ligamentos y tendones. La actividad física es un aliado contra los problemas de artrosis.

Cuáles son las consecuencias de no realizar ninguna actividad física

El sedentarismo aumenta el riesgo de diabetes, HTA e hipercolesterolemia, favorece la depresión, la ansiedad y el estrés y disminuye la autoestima.También potencia el deterioro cognitivo en las personas mayores así como los problemas de osteoporosis y el dolor en las articulaciones, de modo que impide que se puedan realizar actividades diarias de forma correcta.

Asimismo, la falta de ejercicio favorece el incremento de la grasa corporal y el sobrepeso.

Cuáles son los efectos positivos del ejercicio físico en los huesos

El ejercicio físico actúa a la vez sobre la masa ósea, su densidad y su textura. La práctica física, al ejercer tensiones mecánicas sobre el esqueleto, induce la formación de tejido óseo.

No solo es importante para que los huesos se desarrollen de forma correcta sino que además mejora las propiedades mecánicas de los huesos aumentando la resistencia a la fractura.

Cómo beneficia la actividad física a la musculatura

La práctica de ejercicios de refuerzo muscular mejora la fuerza y la resistencia muscular en personas de mediana edad.

La fuerza muscular también puede incrementarse con ayuda de programas de entrenamiento, incluso a una edad avanzada.

Beneficios del ejercicio físico en los niños

Durante el crecimiento, el ejercicio físico ─sobre todo aquellas actividades que conllevan impactos o tensiones─ juega un papel importante en la adquisición del capital óseo, particularmente en niños de entre diez y dieciocho años.

Practicar ejercicio de forma regular durante la infancia ayuda a combatir la obesidad y a controlar el exceso de grasas en la sangre.

Cuándo debe empezar a hacer ejercicio un niño

Cuanto más se practique y antes se empiece a hacer ejercicio, mayor será su influencia sobre el capital óseo.

Asimismo, cuanto más variadas sean las tensiones mecánicas y más prolongadas las contracciones durante la marcha o la carrera, mayor será la formación de hueso. Este efecto se ha observado particularmente en los niños en fase prepuberal y al inicio de la pubertad.

Además, la práctica deportiva proporciona un mayor beneficio durante el crecimiento.

Beneficios del ejercicio físico en la mujer

La mujer pierde mucha masa ósea durante los primeros años de la menopausia. Después, la pérdida media anual se sitúa alrededor del 1 %. Sin embargo, la práctica regular de actividad física puede prevenir, incluso invertir, esta pérdida ósea ligada al envejecimiento, tanto a nivel vertebral como a nivel del cuello femoral, según el equipo del INSERM, un análisis reciente que recopila el conjunto de las publicaciones entre 1966 y 1996.

Beneficios fisiológicos de la actividad física en personas de más de 70 años

Las personas mayores que hacen ejercicio tienen menos riesgo de sufrir caídas y fracturas de cuello de fémur. De hecho, el riesgo de fractura de cuello de fémur disminuye un 6 % por cada aumento de gasto energético equivalente a una hora de marcha por semana. Las mujeres que caminan al menos cuatro horas por semana tienen hasta un 40 % menos de riesgo de fractura de cuello de fémur, en relación con mujeres sedentarias que caminan menos de una hora por semana.

Del mismo modo, más allá de los 70 años, la actividad física continúa ejerciendo un efecto beneficioso reduciendo la pérdida de masa ósea.

La actividad física también previene la aparición de enfermedades crónicas y la pérdida de masa muscular debido al envejecimiento.

Determinados deportes y actividades como el running o el footing, la musculación y la marcha a buen ritmo son muy eficaces. Los ejercicios de musculación permiten ganar fuerza en el músculo. En cambio, los ejercicios que no implican esfuerzo de carga (natación, ciclismo) son poco eficaces.

Cómo ayuda la actividad física a prevenir la osteoporosis

El deporte también ayuda a combatir la osteoporosis y a mantener la masa ósea.

La osteoporosis es la descalcificación progresiva de los huesos. Esta enfermedad de los huesos vinculada al envejecimiento genera la formación de poros y la disminución de la densidad del hueso haciendo el hueso más frágil. El ejercicio físico ejerce presión sobre los huesos que mantiene el proceso de calcificación.

Foto: © Nataliia Prokofyeva - 123RF.com

CCM Salud es una publicación informativa realizada por un equipo de especialistas de la salud.
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