El ácido dicarboxílico es un compuesto orgánico (molécula constituída por átomos de carbono, de oxígeno y de hidrógeno) que está presente en la naturaleza bajo diversas formas. Lo encontramos en las hormigas rojas en forma de ácido fórmico o constituyendo ácidos grasos. Participa en la formación de lípidos y, por ejemplo, de mantequillas o aceites vegetales. Además el ácido dicarboxílico constituye el vinagre en su forma diluída realizando una fermentación para transformar el vino en vinagre.