La vena facial nace a nivel del ojo. Atraviesa la mejilla a lo largo del músculo buccinador y después pasa al maxilar inferior (hueso mandibular), atraviesa el músculo cutáneo del cuello antes de reagruparse en la red venosa profunda. Comunica con varios sinus y varias pequeñas venas. En caso de infección, el agente infeccioso puede propagarse a los sinus o a las otras venas. Esto es lo que ocurre a veces en caso de tromboflebitis. Un fragmento de un coágulo sanguíneo formado en la vena facial puede desprenderse y alcanzar el sinus cavernoso o el sistema venoso intracraneal.