La flebitis es provocada por la formación de coágulos de sangre que van a obstruir una vena profunda o una vena superficial. La flebitis es llamada tromboflebitis o trombosis venosa. Una flebitis es favorecida por la obstrucción de la circulación de la sangre provocada por las varices. La inmovilización prolongada es un factor de riesgo de flebitis.
Cuando aparecen los síntomas que indican una flebitis, es indispensable consultar rápidamente a un médico.
La flebitis superficial es una inflamación aguda de una varice superficial. Una flebitis superficial representa un síntoma de insuficiencia venosa. En ese caso, es importante hacerse un chequeo del estado venoso para evitar otras complicaciones.
Se siente dolor en la vena tanto al estar en reposo como al estar en movimiento. La pierna se calienta, se enrojece y se hincha. Dolor a lo largo de un trayecto venoso.
Piernas pesadas. Por encima de la vena, la piel está inflamada y edematosa. Enrojecimiento a lo largo de un trayecto venoso. Fiebre moderada...
La flebitis superficial, raramente severa, se reabsorbe rápidamente con descanso. Tratamiento local: aplicación de compresas tibias sobre la zona afectada varias veces al día.
El descanso es indispensable. Elevación de la pierna. Un tratamiento antiinflamatorio permite aliviar los dolores.
La flebitis profunda es provocada por la formación de un coágulo sanguíneo en una vena profunda. La flebitis profunda representa una emergencia médica porque el coágulo puede desprenderse de la pared de la vena y provocar una embolia pulmonar.
Un dolor sordo en la pantorrilla o en el muslo. Un edema más extenso que en el caso de la flebitis superficial. Enrojecimiento de la piel. Sensación de calor.
Un tratamiento anticoagulante debe ser prescrito inmediatamente. Este tratamiento, intravenoso o subcutáneo, permite disolver el coágulo sanguíneo y prevenir la agravación. Un tratamiento a base de vitamina K vía oral es prescrito durante varios meses, incluso a veces durante varios años.