Recetas para preparar unas ricas patatas bravas, el plato estrella del verano.
Las patatas bravas, también conocidas como papas bravas, son una de las tapas más populares de la gastronomía tradicional española. Este plato se degusta en bares, terrazas y restaurantes en cualquier momento del año y gusta tanto a niños como a adultos. La combinación de sabores, la jugosidad de la patata y el sabor irresistible de la salsa picante han dado fama mundial a este sencillo plato.
Se trata de patatas cortadas en forma de cubo que se fríen en aceite de oliva donde previamente de han dorado varios dientes de ajo.
Las papas bravas tradicionales son fáciles de preparar y en cada región de España se sirven de una forma diferente. Las papas bravas que se sirven en los bares de Madrid están elaboradas según la receta tradicional, por ejemplo.
Necesitarás medio kilo de patatas y aceite de oliva virgen.
Para empezar, se seleccionan dos o tres patatas. Se lavan, se pelan y se cortan en dados o cubos irregulares. En una sartén, calienta abundante aceite de oliva y echa las patatas para que se vayan dorando poco a poco. Saca las patatas de la sartén cuando estén blandas y calienta el aceite en la sartén todo lo que puedas. Después, mete las patatas y continua friéndolas para que queden tiernas y jugosas por dentro pero crujientes por fuera.
Las patatas bravas van acompañadas de una salsa picante denominada salsa brava.
Para elaborar una salsa brava necesitarás dos cucharaditas de pimentón dulce, una cucharadita de pimentón picante, una cucharada de harina y un vaso de caldo de pollo y verduras (casero o comprado).
La salsa brava se prepara con caldo casero de pollo y verduras casero o de tetrabrik, disponible en tiendas y supermercados. No se aconseja utilizar caldo de pollo en pastillas ni similares.
Despúes, pon a calentar en una sartén un buen chorro de aceite de oliva virgen. Antes de que el aceite empiece a humar, retíra la sartén del fuego, añade pimentón a tu gusto y remuévelo bien tratando de evitar que se queme el pimentón. A continuación, agrega una cucharada de harina y mézclala bien con el aceite hasta obtener una salsa homogénea y sin grumos.
Por último, agrega un vaso de caldo de pollo a la mezcla anterior y remuévelo suavemente hasta que espese para obtener una deliciosa salsa brava con la que podrás acompañar tus patatas y otros platos.
Aunque son menos conocidas, las papas bravas con alioli están igual de buenas que las papas bravas tradicionales. La acidez del alioli combina a la perfección con el toque picante del pimentón.
Las papas bravas con alioli se elaboran con un kilo de patatas, 300 gramos de tomate triturado, tres dientes de ajo, una guindilla, un huevo grande, el jugo de medio limón, un poco de aceite de oliva virgen y una pizca de sal.
Prepara la salva brava tal y como aparece indicado en el punto anterior. En cuanto al alioli, introduce en una batidora un huevo, un diente de ajo, un chorro de aceite de oliva virgen, el jugo de medio limón y una pizca de sal. Mezcla bien los ingredientes y bate despacio hasta alcanzar una consistencia adecuada para el alioli.
Por último, lava y pela las patatas, córtalas en dados, sazónalas y fríelas tal y como te hemos explicado en el apartado anterior. Recuerda que deben quedar doradas por fuera pero tiernas por dentro. Sirve las patatas en una fuente y añade la salsa alioli y la salsa brava a tu gusto.
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