El mate es una bebida energética muy apreciada por sus múltiples propiedades y beneficios para la salud pero su consumo excesivo podría estar relacionado con la aparición de ciertos tipos de cáncer.
El mate es una bebida tradicional argentina de sabor amargo.
Se elabora con yerba mate, un arbusto originario de las partes altas de las cuencas de los ríos Paraná y Uruguay. Los nativos guaraníes y tupís de las regiones donde crecía este arbusto silvestre solían recolectar sus hojas y prepararlo según la forma tradicional. Durante las Misiones, los jesuitas empezaron a sembrar la yerba mate a gran escala en Argentina pero actualmente Brasil es el primer productor mundial de este arbusto.
El mate forma parte de la cultura y los hábitos de algunos países de América del Sur, especialmente Argentina, Paraguay y Uruguay.
La yerba mate es una planta nutritiva muy apreciada cuyo consumo previene enfermedades, aporta energía y ayuda a perder peso.
La yerba mate contiene vitaminas B1, B2, C y A, caroteno, colina, riboflavina, ácido pantoténico e inositol, así como quince tipos de aminoácidos diferentes, potasio, cafeína y antioxidantes.
El consumo de mate aumenta los niveles de colesterol ‘bueno' en el organismo, el cual protege frente a los ataques al corazón, según un estudio realizado por la Universidad de Illinois (Estados Unidos) y publicado en la revista Planta Medica.
Además, gracias a su alto contenido en antioxidantes, el mate evita que el colesterol malo y la grasa se depositen en las arterias y previene así la aparición de enfermedades cardiovasculares. Asimismo, estos mismos antioxidantes retrasan el envejecimiento del organismo al prevenir la oxidación y la destrucción celular.
El mate también contiene mateina, una sustancia que estimula el sistema nervioso, mejora la actividad cerebral y favorece la concentración.
Una buena infusión caliente de mate disminuye la ansiedad y mejora el estado de ánimo en personas con depresión.
Un alto contenido en minerales esenciales como el sodio, el potasio, el magnesio y el manganeso evitan la acumulación de ácido láctico en la musculatura
El mate es una bebida energética y ofrece una mayor resistencia al cansancio físico y mental. Por eso se recomienda su consumo a los deportistas.
Si bien es cierto que el mate es una bebida rica en antioxidantes que contribuyen a la prevención de ciertos tipos de cáncer, el consumo excesivo de esta yerba puede favorecer la aparición de cáncer de esófago, garganta y boca, de acuerdo a un estudio publicado en la revista médica Head and Neck. No obstante, sería necesario profundizar en los estudios para respaldar estos resultados.
Preparar una infusión de mate es muy sencillo, basta con añadir hojas secas y ramitas de la yerba molida en agua caliente, sin que llegue a hervir. Después, hay que verter el mate en un pequeño porongo o calabaza que sirve de recipiente tradicional de esta bebida, aunque también suele tomarse en vasijas de madera de árboles. La bebida se aspira con un sorbete metálico llamado bombilla. En la región del Río de la Plata, en Argentina, tomar mate o ‘matear’ en compañía de la familia o los amigos es una práctica social muy extendida y muchas personas toman esta bebida diariamente.
En Estados Unidos, el mate se vende en bolsitas, en hojas y en bebidas energéticas frías.
Por su alto contenido en cafeína, la yerba mate está contraindicada en personas que padecen hipertensión porque aumenta la presión arterial, según la prestigiosa Clínica Mayo.
Asimismo, una investigación realizada en 1967 y publicada en la revista Journal of Clinical Pathology demostró que la ingesta excesiva de yerba mate a largo plazo favorece el desarrollo de enfermedades hepáticas.
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